Clínica de Bienestar Animal en La Sauceda: obra pública terminada y equipada con casi 5 millones de pesos que permanece cerrada por decisión del gobierno, dejando a Sonora sin un espacio vital para la salud y el bienestar animal, según Caro Araiza

Hermosillo, Sonora. — Este 14 de noviembre de 2025, la polémica en torno al proyecto de la Clínica de Bienestar Animal en La Sauceda, Sonora, volvió a encenderse luego de que Carolina Araiza, recientemente separada de su cargo como directora de Protección y Bienestar Animal del estado, denunciara públicamente que la obra se encuentra terminada, rehabilitada y equipada con recursos públicos, pero permanece cerrada sin explicación clara.

Proyecto concluido y cancelado sin transparencia

De acuerdo con Araiza, como parte de sus funciones elaboró un plan de negocios autosostenible y compatible con la normatividad vigente, con el objetivo de que la clínica operara sin convertirse en carga financiera para el Estado. El proyecto derivó en la aprobación de casi 5 millones de pesos para su rehabilitación, recursos que fueron ejercidos y que permitieron concluir la obra.

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Sonora

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Sin embargo, pese a estar lista para operar, la clínica fue cancelada sin argumentos técnicos ni jurídicos sólidos, y sin transparencia hacia la ciudadanía. El edificio, semiequipado, permanece cerrado y desaprovechado, convertido en un símbolo de decisiones políticas que, según Araiza, lastiman a la comunidad y al bienestar animal.

Un retroceso en salud pública y bienestar animal

La exfuncionaria señaló que Sonora perdió más que una obra: perdió una oportunidad real de mejorar la salud pública, apoyar a las familias y dar un paso histórico en materia de bienestar animal. La cancelación coincidió con cambios internos en CEDES y con discursos que, asegura, buscaron desacreditar un proyecto que ya estaba concluido y pagado.

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Araiza cuestionó directamente:

¿Por qué los intereses de unos cuantos frenaron un proyecto viable y autosostenible? ¿A quién beneficia que siga cerrado?.

Exigencia ciudadana: abrir la clínica

El llamado es claro: los animales no pueden esperar, las familias tampoco y los recursos públicos no deben desperdiciarse. La clínica debe abrir, no como un capricho, sino porque ya fue construida, equipada y demostraba ser sostenible. Lo único que faltó —y que sigue faltando— es voluntad política, agregó Caro Araiza.