Este es el municipio y el estado con más casos de Rickettsia en México

HERMOSILLO, SONORA. 22 DE JUNIO DE 2025.- Hermosillo lleva casi una década como el municipio con más casos y muertes en México por Rickettsia rickettsii, una enfermedad zoonótica que es comparada por expertos con el ébola por el peligro que representa.

En problema en la capital es el reflejo de lo que sucede en el Estado, ya que desde 2021 Sonora ha prevalecido como el Estado con más casos y muertes en el País, alcanzando letalidades superiores al 50%, convirtiendo a Rickettsia rickettsii en la infección de notificación obligatoria más letal en México, según epidemiólogos e infectólogos de la entidad.

Cuando hablamos de letalidad no deberíamos referirnos solo a la muerte. Las secuelas irreversibles como amputaciones o daño neurológico permanente también son resultados fatales”, explicó el epidemiólogo y académico Gerardo Álvarez Hernández.

“Si consideramos que entre 15 y 20% de los sobrevivientes tendrán secuelas, entonces el impacto real es aún mayor”, añadió.

UN DOLOR QUE INCAPACITA

El problema de las secuelas permanentes lo viven tanto los sobrevivientes de esta enfermedad como sus familias.

“Quedé con un dolor crónico en todo el cuerpo, que médicos tomaron como fibromialgia o poliomiositis”, relató Darien Sugeiry Limón Rodríguez, de 22 años, quien sufrió la enfermedad cuando estaba en primer grado de secundaria. “Aún lo tengo, y lo voy a tener toda la vida.

“Lo controlo con parches de buprenorfina, medicamentos como tramadol, pregabalina y clonazepam, también tratamiento para los riñones, por tanto analgésico, y como mi cuerpo no absorbe la vitamina D y el hierro lo saca a cada rato, tengo que inyectarme todos los meses”, explicó la joven.

Darien tenía solo 13 años cuando la rickettsia golpeó su vida; aunque pasó inconsciente gran parte del tiempo, recuerda que todo inició con fiebre y debilidad.

“Empezó con mucha fiebre, eso sí lo recuerdo”, relató. “Luego siguió la debilidad. Me acuerdo que estaba en la secundaria y al escribir se me iba el lápiz, o caminando me desmayaba. Fueron los primeros síntomas, pero de la nada empezó un dolor extremo.

“No sé bien si era en las articulaciones, no recuerdo mucho, porque me la pasaba durmiendo, era un dolor que se iba a todo el cuerpo y no se quedaba en ningún lado”, describió.

Por lo que le ha contado su madre, Darien sabe que al inicio el personal médico creyó que se trataba de dengue, lo que retrasó el diagnóstico de la enfermedad. Fue gracias a un médico amigo de la familia que pudieron sospechar de rickettsia e iniciar tratamiento antes de que fuera demasiado tarde.

“Es gracias a él que no tengo una amputación, o que estoy aquí, estoy segura, porque sé que muchos no tienen esa misma suerte. Y la verdad, a pesar de todo, me siento muy afortunada”, manifestó.

Esto no significa que el proceso de recuperación haya sido rápido, aceptó, ya que hasta la fecha tiene que lidiar con secuelas permanentes, además de enfrentarse a un mundo que no reconoce su discapacidad y suele demeritar sus limitaciones.

Ya no me acuerdo lo que es tener una vida normal, me dio desde muy chiquita, apenas iba a empezar la adolescencia. Nunca salí a fiestas, jamás conocí lo que era ser una adolescente normal. En la universidad me pasó lo mismo, me he perdido muchas cosas que me hubiese encantado vivir, pero simplemente hay días en que no me puedo levantar, y lo tengo que aceptar"

“Si con una discapacidad notoria es difícil, ahora imagínate si no se ve. No te creen, no te comprenden. He reprobado materias por faltar, a pesar de mandar todos los trabajos; en una materia no hice un examen por estar en una aplicación de hierro y me reprobaron”, manifestó.

Incluso ha sido personal médico el que ha desvalorizado el dolor y las secuelas de Darien, diciéndole que “quiere llamar la atención”.

Para la joven estudiante de Derecho, esto representa una gravedad enorme, sobre todo en una ciudad como Hermosillo, donde la rickettsia ya no debería ser ignorada, siendo el municipio con la más alta cantidad de casos en México.

“Es impresionante ver cuánta ignorancia hay al respecto. Cuando llegué al Seguro Social llegué débil, casi muerta. Jamás me creyeron que tuve rickettsia a pesar de que llevé los papeles y expedientes.

“Hay mucho desconocimiento de los médicos, personal de salud, de la misma sociedad. Creo que debería haber campañas de concientización más grandes, porque sé que hay información, pero no funciona”, afirmó.

Darien actualmente puede caminar, pero por años estuvo limitada a una silla de ruedas, debido a que el dolor en su cuerpo no le permitía mantenerse en pie. Es consciente de que esto puede volver a suceder en cualquier momento, pero prefiere vivir cada día dando lo mejor de sí para seguir caminando.

A veces requiere apoyo de oxígeno y su columna se vio severamente afectada por la enfermedad, por lo que requiere una cirugía que tiene una probabilidad mayor al 90% de dejarla paralítica.

EL DIAGNÓSTICO OPORTUNO ES VITAL

Un tratamiento temprano hace la diferencia para un paciente con Rickettsia rickettsii, señaló Alejandro González Mares, médico infectólogo, ya que en países como Estados Unidos la letalidad esta entre 1% y 2%, gracias al oportuno diagnóstico.

Incluso allá, las muertes siguen ocurriendo cuando el diagnóstico se retrasa”, dijo, “En Sonora, dependiendo del año, la mortalidad oscila entre el 7% y el 53%. Pero el promedio sigue siendo muy alto, uno de cada 10 pacientes fallece”.

La clave, coinciden ambos expertos, está en la oportunidad del tratamiento.

“La Rickettsia rickettsii es una de las bacterias más virulentas que existen, pero tiene un punto débil: La doxiciclina”, explicó Álvarez. “Este antibiótico debe administrarse antes del quinto día desde el inicio de los síntomas. Cada día de retraso aumenta el riesgo de complicaciones graves hasta en un 20%.”

Entre las secuelas más frecuentes, Alejandro González Mares destaca las amputaciones y los trastornos neurológicos como sordera, alteraciones en la marcha, en la conducta, dificultades cognitivas. Muchas de estas lesiones son permanentes.

También puede haber daño renal, convulsiones, y casos de epilepsia postinfecciosa, lo que podría causar que algunos pacientes requieren hemodiálisis de por vida.

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