“Siempre en Domingo”
Décadas antes del servicio de televisión de paga, las redes sociales y el ‘streaming’, en el México de los 80 había un programa reunía a las familias en torno a la televisión todos los domingos de manera cotidiana.
En cada emisión de tres horas de duración, desfilaron todos los cantantes de la época que buscaban fama o al menos, iniciar su carrera dentro del mundo del espectáculo, ya que si el público de “Siempre en Domingo” te aceptaba, el camino se hacía mucho más sencillo.
Desde la primera presentación de Luis Miguel, el 17 de enero de 1982, el efecto fue inmediato: la reacción de las asistentes fue tal que el productor y conductor, Raúl Velasco, ya con décadas de experiencia en el ambiente supo que había encontrado un diamante que sólo tenía que pulirse.
“Luis Miguel, para quienes quieran saberlo tiene once años de edad y nació en Veracruz, Veracruz, así que es jarocho; Luis Miguel, hijo de Luisito Rey, padre español”, indicó Velasco en la presentación en esa tarde de 1982.
Llegó con todo
“Corroboro que tiene muy buena pinta, mucha cancha para actuar en público y una gran seguridad escénica, que solamente se adquiere cuando se lleva dentro alma de artista; ahora, yo pienso que el primer tema está mal escogido, el tema de Luisito Rey, siendo un tema de Luisito Rey no le queda a un chico de once años de edad, el segundo tema sí te queda muy bien”, sentenció el conductor.
Ese primer tema de mucha exigencia vocal que interpretó en vivo de manera magistral fue “Hay un algo”, de la autoría de su padre; la segunda canción, “1+1=2 enamorados” que se convirtió en su primer gran éxito.
Durante la que fue su primera entrevista en “Siempre en Domingo”, Luis Miguel aseguró estar muy feliz y su sonrisa lo confirmaba.
“Muy contento, la verdad muy contento, siento de verdad... en realidad muy contento de estar aquí en frente de las cámaras y del público mexicano que me aplaude en estos momentos, gracias”, indicó Luis Miguel vistiendo una camisa blanca, con un Sol a la altura del lado izquierdo del pecho.
Grandes amigos
A partir de ese momento, el cantante se convirtió en parte del elenco regular del programa y de ser un invitado más, como muchos que llegaban cada semana, se posicionó como el estelar de programas que se realizaban no sólo en los foros de Televisa, sino también en otros estados y el extranjero.
Durante una de las emisiones, realizada en la ciudad de Los Ángeles, con quince años cumplidos, la euforia fue, tal que tuvo que ponerse una malla ciclónica frente al escenario, para que las seguidoras no se subieran y así proteger la integridad del “Sol”.
La amistad de Luis Miguel con Raúl Velasco y su agradecimiento fue tal, que incluso su cumpleaños 15 lo celebró en el foro de “Siempre en Domingo”, donde fue felicitado por el presentador que llamó al escenario a Luis Rey, en uno de los últimos momentos en que el artista se vio feliz al lado de su padre y donde además se animó a cantar con mariachi.
Aunque cada vez más esporádicas, las apariciones de Miky continuaron en el programa dominical y cada vez que presentaba un nuevo material discográfico, al menos hasta el disco “20 años”, la cita era obligada a los foros con Raúl Velasco, a quien llegó a ver como parte de su familia.
Cuando el productor creó el concepto del “Festival Acapulco”, el máximo invitado fue Luis Miguel, que gustoso aceptaba los llamados del conductor que siempre manifestó su admiración hacia Miky, creando una dupla que ayudó a expandir la fama del cantante y el interés por el programa.
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