El amor incondicional

Para Morones Lara, cada momento cuenta, por lo que se asegura de pasar el mayor tiempo posible con su familia: compartir la mesa todos los días con ellos y los fines de semana, dedicar un espacio para convivir.

“No me pierdo ninguna fecha importante para celebrarla con ellos”, aseguró; “ahora que también trabajo con mis hijos, es genial poder estar más tiempo juntos, aunque a veces sea un desafío equilibrar ser papá y jefe”.

Afirmó que una de las estrategias que le han funcionado en lo profesional y que aplica también en casa es la negociación ganar-ganar: siempre les recuerda a sus hijos que cualquier relación, sin importar de qué tipo sea, es una negociación.

“Si una de las partes siempre cede, eventualmente la relación se deteriora; otra lección importante es la planeación, especialmente durante las vacaciones: aunque al principio les resultaba un poco complicado, ahora reconocen que planificar permite aprovechar mejor el tiempo”.

Dar el ejemplo

El Día del Padre es una fecha para celebrar, expuso el consultor, por lo que el regalo perfecto para él es que su familia le dedique el día completo y lo hagan sentir especial.

Agregó que la mejor experiencia de ser papá es descubrir los fuertes lazos de amor que se tiene por los hijos, el cual es el amor más fuerte y profundo, que redunda en lo incondicional.

Ese aprendizaje, expresó, lo conoció también de su padre, quien fincó en él la importancia de los valores morales y la aplicación de estos en la familia, el respeto hacia las personas y el valor del trabajo, además de la importancia de predicar con el ejemplo.

Inspiración

“Ser padre me dio más valor para asumir mayores riesgos porque comprendí la nueva responsabilidad que tenía, ellos para mí siempre han sido una fuente de impulso”, resaltó.

A la vez, sus hijos son su principal inspiración para la vida personal y para el empresario, apuntó, son el impulso que obtiene al verlos desarrollarse, crecer como buenos hijos, personas excepcionales y estudiantes dedicados.

Señaló el anhelo de dejar en sus hijos el ejemplo profundo de amor por la familia y el deseo de ser buenos seres humanos.

“Quiero que valoren la importancia de estar unidos, de apoyarse y siempre actuar con integridad y compasión”, mencionó, “que recuerden que la verdadera felicidad se encuentra en las relaciones que cultivamos y en el impacto positivo que tenemos en el mundo”.

“Mis hijos me han inspirado en mi vida personal y como empresario también, al verlos crecer como buenos hijos, como seres humanos excepcionales y estudiantes dedicados, su ejemplo es la principal motivación para dar día con día lo mejor de mí”.

Adal Morones Lara

Agente de Desarrollo de Negocios de Subway México