Estephany y Ángel demuestran ¡que sí se puede!
Vencieron los miedos y ahora son dos de los mejores alumnos de taekwondo en CRIT Sonora.
HERMOSILLO, Sonora.- Estephany y Ángel Humberto han sido un ejemplo para sus padres, maestros y conocidos, pues para ellos no hay límites y con sólo 9 años cada uno, vencieron los miedos y ahora son dos de los mejores alumnos de taekwondo en CRIT Sonora.
Iniciaron sus clases hace tres meses, como parte de su terapia física y sicológica del CRIT, y aunque al principio se mostraron tímidos, demostraron tener una habilidad nata, pero sobre todo unas ganas impresionantes de superarse a sí mismos.
Hago taekwondo los viernes, me gusta porque puedo gritar ¡Ya!, me siento muy bien y no me canso porque voy a atletismo en el CUM”, contó la pequeña, quien perdió la vista a causa de una retinopatía del prematuros, pues nació de 27 semanas y pesó menos de 1 kilo.
Fanny, como la conocen en el CRIT, contó que le gusta mucho hacer deporte porque siempre tiene mucha energía, ir a sus clases de atletismo, a la terapia y al taekwondo, pero su sueño es aprender natación.
Al preguntarle qué le diría a otros niños de su edad para motivarlos a hacer ejercicio, lo resumió todo en una frase simple, pero poderosa: “Les diría que sí se puede”.
A Karely López, su mamá, esta frase la conmovió hasta las lágrimas, pues Fanny para ella ha sido precisamente eso, una demostración de que no hay imposibles, y de que a pesar de su discapacidad, todos los retos que la niña se proponga va a poder lograrlos.
Hay personas que te dicen que no puede, inclusive uno a veces lo dice, no se puede o cómo le voy a hacer, pero ella dice, sí puedo, y busca la forma de una u otra manera, a veces a mí se me cierra el mundo y a ella no”, dijo con la voz entrecortada por las lágrimas.
DESTACA ÁNGEL HUMBERTO
Como ella, Ángel Humberto ha destacado en taekwondo, convirtiéndose en uno de los mejores de la clase, pues el menor es de los más disciplinados y enérgicos de su grupo.
Emocionado, compartió que por fin ya va a quebrar su primera tabla, un reto para el cual se ha preparado tres meses, y está muy confiado de poder lograrlo sin ningún problema.
Me gustó el taekwondo porque ya lo había visto con un primo y es un ejercicio que sirve para ejercitarse bien, endurece los huesos y lo que más me emociona es quebrar la tabla”, dijo con emoción.
“Me siento listo, porque tengo clases todos los jueves, y siempre me pongo ropa cómoda y traigo agua; cuando llegamos acomodamos los tapetes y empezamos a calentar”, detalló.
Ángel Humberto está convencido de que el deporte es una de las pasiones de su vida, pues cuando sea grande desea seguir los pasos de su maestro y enseñar este deporte.
“Ha tenido mucho cambio después del taekwondo, sobre todo en su carácter, antes tenía mucha frustración, se la llevaba enojado y desde que empezó con las clases ha mejorado su conducta, se ve diferente, tiene más energía, en todos los aspectos cambió mucho”, dijo con alegría su mamá Karina Moreno.
Como su hijo nació con una malformación en la pierna derecha que no permite que crezca al mismo ritmo que su cuerpo, Moreno pensaba que no iba a poder practicar deportes, pero Ángel le demostró que no tiene límites, y ya ha destacado en artes marciales y béisbol.
MAESTRO ORGULLOSO
Armando López Álvarado, maestro de deportes de ambos en CRIT, dijo sentirse muy honrado de ser parte del crecimiento que han tenido Ángel y Fanny.
“Fanny siempre está dispuesta a lo que sea y lo que venga, una de las cosas que más me gustan de ella es que siempre está con una actitud de ‘yo puedo, lo que sea’, y es de las alumnas que nunca me falta a ninguna clase.
“Ángel desde el primer día entró con toda la pila, es un niño muy activo y que siempre anda conmigo, estoy en mi oficina y siempre está conmigo, igual si voy a comer, yo he visto cómo en el deporte él ha encontrado un espacio donde se siente seguro”.
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