Panguero vigila y se encarga de la “cuerda de vida” mientras su hermano bucea en busca de callo de hacha

HUATABAMPO.- “Pongo la mirada al cielo pidiéndole a Dios que lo cuide”, es el pensamiento de José Alfredo Yocupicio Ibarra cada que su hermano Melesio, de 21 años, se sumerge a las aguas del mar de Yavaros en busca del callo de hacha. Y es que en los últimos dos años esta actividad les costó la vida a tres buzos, quienes fueron atacados por tiburones en distintos momentos, por lo que existe preocupación además de otros riesgos propios del trabajo, manifestó Alfredo de 23 años de edad.

El joven de 26 años de edad dijo que es el panguero que se encarga de estar al pendiente de la “cuerda de vida”, que une a su hermano mientras se encuentra hasta 10 metros de profundidad buscando el callo de hacha para ganarse la vida.

Yo me quedo arriba y cuando mi hermano se tira al agua nomás pongo la mirada al cielo y le pido a Dios que lo cuide, que salga con bien y que Dios lo bendiga”, expresó, “es mucho peligro el que se vive”.

Señaló que su hermano tiene unos tres años como buzo y cada que salen al mar se encomiendan a Dios para regresar ambos con bien y además llevar el sustento para sus familias quienes los esperan con ansias.

“Salimos temprano, nos preparamos con lo necesario; ahorita estamos saliendo cerquita por lo mismo del tiburón”, añadió, “si hay temor por lo que ha pasado pero tenemos que seguir trabajando”.

Y aunque hay pulseras ”espanta tiburones” y jaulas de seguridad, señaló que no todos los pescadores cuentan con estos sistemas para protegerse de un posible ataque de escualos. Ramón Valenzuela Ruelas, dirigente de la cooperativa Loma Parda del Puerto de Yavaros, indicó que de los quince buzos que actualmente se dedican a sacar el callo de hacha, sólo ocho cuentan con jaula de seguridad.