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En Sonora la tortilla de harina y la carne se convierten en “burrito” de día y “perche” de noche

La versatilidad de las tortillas de harina sonorenses y la carne asada hacen de estos platillo los consentidos de muchos.

En Sonora la tortilla de harina y la carne se convierten en “burrito” de día y “perche” de noche

HERMOSILLO, Sonora.- No importa el tamaño ni la hora del día, al sonorense le gusta consumir sus alimentos de una forma práctica: Envuelto en una tortilla de harina.

Con la combinación de dos de los mejores ingredientes de la cocina sonorense, la tortilla de harina y la carne, los burritos, burros y burros percherones son parte de los platillos típicos del estado.

La historia y el origen varía, se dice que los burritos comenzaron en ciudades del Norte del país como Ciudad Juárez y Tijuana donde los trabajadores comenzaron a llevarse su “lunch” envuelto en una tortilla.

Pero en Sonora, principalmente Guaymas y Hermosillo le pusieron su toque personal y los burritos se convirtieron en percherones, con tamaños para alimentar a varios comensales.

Los burritos chiquitos, en la noche se convierten en percherones” comentó Mirna Valenzuela Verdugo, quien lleva más de nueve años vendiendo burritos frente al Aeropuerto de Hermosillo.

A diario realiza 250 burritos de chicharrón, chilorio, frijoles, machaca y pechuga de pollo, para consentir los paladares de sus clientes, quienes principalmente son trabajadores que llegan de paso por su “lunch”.

Estos pequeños burritos, que mayormente se consumen en la mañana, se ofrecen en diversas partes de la ciudad y es común encontrar a un costado de las avenidas a vendedores que en sus hieleras traen este manjar.

Le ponemos salsa roja o chilitos toreados y los manejamos doraditos, vale la pena, la machaca es lo que sale mucho, metí el chilorio y como está muy bueno, está saliendo.

Es una comida básica, ahorita son los burritos chiquitos y en la noche son los grandotes, los percherones”, comentó.

Por la noche la tortilla mediana o gordita se convierte en una “sobaquera”, como se conoce localmente a las tortillas grandes o de agua, para ofrecer el famoso burro percherón.

Los burritos son el desayuno perfecto, delicioso y
práctico para los trabajadores. Desde temprano es
común ver este tipo de puestos a un costado de las
avenidas. FOTO: TANYA VÁSQUEZ

“BASTOS PARA COMER”

“En Sonora somos bastos para comer” dijo Ramsés Maldonado del puesto de burros percherones “Quemadreson”, y es que al sonorense no le bastó combinar dos de sus mejores productos: La carne y la tortilla de harina en un sencillo taco, sino que lo llevaron al nivel de un burro percherón.

Hermosillo tiene la mejor carne asada de México y somos muy bastos para comer, dato de ello es que actualmente nosotros nos contratan para eventos particulares, por ejemplo bodas y la comida principal son los burros”.

Desde hace 19 años comenzó este negocio con una peculiaridad, combina la carne asada o a la plancha con camarón cocido.

Según sus propias palabras para el típico sonorense y en especial el hermosillense, no basta un platillo común, muchos buscan innovar y agregar variaciones al platillo típico.

Hay quienes incluso envuelven estos burros en tocino o los bañan en una salsa de tomate para “ahogarlos”.

Anteriormente los burros eran en la mañana eran los de carne con chile, machaca y eran los tradicionales, a raíz de la fiesta y la pachanga, mutamos un poquito entre la carne asada, hamburguesa y terminamos en los burros percherones”, comentó.


EL CORAZÓN DE UN “PERCHE”

El aguacate es el corazón del burro de este negocio, como lo dijo una de sus clientas, y es que aunque un burro “promedio” lleva carne, queso, mayonesa, algunos le ponen tomate, Ramsés agrega un aguacate entero a cada burro.

Hay uno llamado “big size” que, como su nombre indica, tiene un gran tamaño que incluye además de la carne, cinco aguacates, y hay una opción vegetariana que se llama “aguacatón” que es de puro aguacate con queso.

Todo lo queremos enrollar dentro de una tortilla de harina”, comentó Ramsés, pues como lo dicta la gastronomía local las tortillas de harina “ni me las calientes”.

Y es que aunque estén frías acompañan cada platillo de las casas de los sonorenses ya sea a un lado del plato o envolviendo los más deliciosos platillos regionales.

Por la noche los burritos se transforman en enormes percherones. FOTO:  JUAN HERNÁNDEZ

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