Médicos forenses “escuchan” lo que les “dicen” los muertos
Aunque quienes ya partieron de este mundo no puedan hablar sus cuerpos lo hacen con evidencias.
HERMOSILLO, Sonora.- Aunque “escuchar” a los muertos parece algo de otro mundo, los médicos forenses llegan a desarrollar esa habilidad, afirmó el especialista Héctor Clemente Baltierra Ochoa, pues a través de un cadáver pueden conocer los datos de sus últimos momentos de vida, desde la hora de la muerte, hasta lo que causó el desenlace.
Todos (los cuerpos) tienen cierta evidencia que te dice detalles de su muerte, un maestro me dijo alguna vez que los cuerpos hablan y los cuerpos te dicen qué es lo que tienen.
“En nuestro trabajo todo cuenta, la rigidez, posición cadavérica, opacidad corneal, si está el ojo abierto, cerrado, el estado de putrefacción, si hay moscas, pupas o larvas, si el cuerpo estuvo en un lugar cerrado, en la intemperie, todo eso tenemos que integrarlo para conocer los detalles de la muerte”, explicó.
El médico, quien recibió su especialidad desde el 2009, es uno de los pocos especialistas en la entidad, y uno de los únicos dos forenses capaces de usar el protocolo Estambul en Sonora, para identificar signos de tortura.
Toda lesión tiene una huella digital, por así decirlo, en la gran mayoría de los cuerpos podemos determinar cuál fue el mecanismo de muerte, si fue herida por arma blanca, herida por arma de fuego, golpe contuso, ya tenemos un conocimiento amplio con respecto a esto”, comentó.
Durante su carrera, en medicina y como parte del Supremo Tribunal de Justicia en Sonora, ha hecho más de 450 dictámenes forenses, y se ha destacado por su trabajo en instituciones públicas y privadas.
La primera vez que vio un cuerpo sin vida fue algo muy impresionante, confesó, al punto que jamás volvió a olvidar la sensación o el olor de un cuerpo en estado de descomposición.
“La primera vez que vi un cuerpo sin vida fue estudiando Medicina, fue algo impactante porque fue hace muchos años y en aquellos tiempos se utilizaban los contenedores con formol.
“Uno presionaba una palanca y salía un cuerpo ya trabajado por varios estudiantes, y teníamos que empezar a trabajar nosotros, algunos eran cuerpos atropellados, mutilados y eso impactaba aún más”, recordó.
Yo le digo a mis alumnos, imaginémonos la escena, qué sucedió, cómo sucedió, y eso ayuda a organizar, estructurar una escena, y escuchar lo que dice el cuerpo que examinamos”, agregó.
FOTO: ARCHIVO GH
Y DESPUÉS DE LA MUERTE
Con el paso del tiempo descubrió que los cuerpos, aunque no tienen vida, siguen teniendo reacciones que pueden hacer a cualquiera “ponerse los pelos de punta”.
Algunos incluso se pueden sentar involuntariamente, pero eso no significa que estén poseídos o haya algún espíritu, sino que son parte de las bacterias y gases que quedan dentro, y que llegan a hacer movimientos involuntarios en los cadáveres.
Sí hay reacciones esperadas, efectivamente, porque recordemos que el cuerpo tiene bacterias, grasa y aire dentro, que aunque un cuerpo esté en descomposición, todos estos mecanismos siguen activos.
“A veces vemos una mancha verde en el estómago por la misma descomposición, inclusive que estaba en la plancha y se levantó, se sentó o levantó pierna, pero es el resultado de todas estas bacterias que tenemos en el organismo y que causan rigidez en ciertas partes o espasmos”, expuso.
Aunque revisar cadáveres no es la única tarea de un médico forense, señaló, sí es por la que son más reconocidos.
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