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El Imparcial / Sonora / TDAH

Día del TDAH: La mitad de los niños con déficit de atención e hiperactividad tienen a uno de sus padres con el mismo trastorno, aunque no tengan un diagnóstico previo

El psiquiatra infantil Hugo Alfonso Baldovinos Burgos afirmó que alrededor del 50% de los niños con TDAH tienen a uno de sus padres con el mismo trastorno. “La cuestión es que normalmente los padres no han sido diagnosticados, y ellos mismos no identifican que el niño tiene esta condición, y no es hasta que entran a la escuela que los profesores sospechan de la posibilidad”.

HERMOSILLO, Sonora.- Alrededor del 50% de los niños que son diagnosticados con déficit de atención e hiperactividad tienen a uno de sus padres con el mismo trastorno, aunque jamás hayan tenido un diagnóstico previo, afirmó Hugo Alfonso Baldovinos Burgos, Psiquiatra infantil y de la adolescencia.

Un niño con déficit de atención por lo común va a tener un papá o una mamá con este mismo trastorno, si bien no es una enfermedad genética, la herencia sí es un factor de riesgo. Tiene más riesgo un niño con un papá o mamá con TDAH de padecer el mismo trastorno, que un niño que no tiene padres con ese diagnóstico, se habla de casi del 50%, es un volado”, explicó.

La cuestión es que normalmente los padres no han sido diagnosticados, y ellos mismos no identifican que el niño tiene esta condición, y no es hasta que entran a la escuela que los profesores sospechan de la posibilidad.

“Curiosamente hay un aspecto que llama mucho la atención, porque en las condiciones del neuro-desarrollo lo más común es el ver el espectro autista o trastorno por déficit e hiperactividad, en el autismo el primero en sospechar el diagnóstico son los padres, a diferencia del TDAH, que el primero que lo sospecha es el maestro".

Es más fácil que un profesor identifique el trastorno antes que los padres

“Esto radica en que los padres están habituados a convivir con su hijo, y a sus comportamientos, y eso no necesariamente genera dificultades, entonces normalmente se adaptan a la conducta, y no es hasta que el niño comienza a escolarizarse que se notan esas particularidades, y son referidos a un especialista”, expuso.

El psiquiatra infantil aconsejó a los padres estar pendiente de cualquier hábito o comportamiento “no natural” en los menores, como exceso de energía, que muevan constantemente manos y pies, que no puedan mantenerse sentados, o siempre quieran estar hablando e interrumpiendo a los demás, ya que estos podrían ser signos claves de esta condición.

De ser diagnosticada a tiempo, el psiquiatra infantil o neurólogo que lo atienda va a poder determinar qué tipo de tratamiento necesita según sus necesidades, y facilitar al niño la posibilidad de tener un menor desarrollo en la escuela, en sus actividades, y con su entorno social.

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