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El Imparcial / Sonora / cerro del bachoco

Denuncian “robo hormiga” de cactáceas

Manuel Higinio Sandoval Ortega, de 34 años, botánico del herbario de la Universidad de Sonora, explicó que biznaga es el nombre que en Sonora se le da al cactus globoso y la mayoría de ellos están amenazados y son especies protegidas. 

Las cactáceas como biznagas, viejitos y choyas son especies protegidas que cada vez se observan menos en los cerros de Hermosillo debido a que son sustraídas de manera indebida para ornamentación o se dañan por los incendios de maleza.

Sergio Müller, coordinador de vinculación de Caminantes del Desierto A.C., comentó que cuando empezaron a cuidar el cerro Johnson en 2017 sólo hallaron dos biznagas en una extensión de 29 hectáreas y se quemaron durante uno de los incendios de buffel.

“A las afueras del cerro Johnson en los alrededores sí hemos encontrado, pero en esta área no hay. Como la gente se las lleva no hemos querido plantar biznaga todavía.

Sí nos gustaría mucho, pero corremos el riesgo del esfuerzo porque no son donadas, son compradas, entonces sería un recurso mal enfocado si es que se lo llevan, entonces por eso estamos trayendo sahuaros en este momento”, explicó. Y, según afirmó, lo mismo pasa en el cerro El Bachoco. 

ESPECIES PROTEGIDAS

Manuel Higinio Sandoval Ortega, de 34 años, botánico del herbario de la Universidad de Sonora, explicó que biznaga es el nombre que en Sonora se le da al cactus globoso y la mayoría de ellas están amenazadas y son especies protegidas.

Algunas de estas cactáceas son utilizadas para elaborar el famoso dulce llamado acitrón, el acitrón es un dulce muy popular en la rosca de reyes, entonces cuando es temporada se extraen de forma silvestre, porque estas cactáceas además son de crecimiento lento”, apuntó. 

Una cactácea tarda décadas en crecer, algunas más de 100 años, y en cuestión de minutos son tomadas por las personas para tratar de trasplantarlas, esto hace fácil acabar con su población.

“Es algo que debemos de recalcar, no porque estés en el campo y te encuentres con una cactácea tienes el derecho de llevártela, tienes que dejarla en su sitio porque es parte de ese ambiente”, mencionó.

Estas poblaciones de biznagas, viejitos, choyas están en grupos comúnmente, pero si se llevan dos de diez, ejemplificó, se altera la diversidad genética y se afecta a la especie.

El botánico comentó que estas especies se pueden encontrar en los viveros porque se pueden conseguir de manera legal con permisos de Sermanat y sin extraerlas del medio silvestre.

Por eso se pueden observar biznagas que ornamentan debajo de los puentes viales en Hermosillo, universidades, dependencias de gobierno y hoteles porque el investigador piensa que tramitaron el permiso correspondiente ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Añadió que el dulce de acitrón no es exclusivo de la biznaga, ya que también se pueden utilizar otros frutos como son la guayaba, pero no descartó que haya quienes lo elaboren.

Hasta donde tengo entendido”, señaló, “no hay alguien que se dedique a monitorear todas las biznagas”.

El Imparcial: imagen de artículo

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