Sorprende "Sergio" a los habitantes de Guaymas y Empalme

Los habitantes de Guaymas y Empalme pensaban que "Sergio" no azotaría la región porque durante la temporada de huracanes 2018 habían librado la llegada de todos los eventos ciclónicos.

Las autoridades municipales, desde el jueves a mediodía, empezaron a alertar a la población sobre la inminente llegada del fenómeno meteorológico, mientras ordenaban la suspensión de clases en todos los niveles.

A pesar de esto, el jueves en la noche, se encontraron ciudadanos paseando por las calles, sin darle importancia a la alerta Naranja que había decretado la Unidad Estatal de Protección Civil en ambos municipios e incluso fueron contados los comercios que se prepararon para los embates de los vientos y las lluvias.

La lluvia de "Sergio" fue de 60 a 70 milímetros en Guaymas, nada comparado con la tormenta tropical "Jimena", ocurrida el 3 de septiembre del 2009, que dejó lluvias de poco más de 700 milímetros en un lapso de 24 horas, sin embargo su fuerza radicaba en los vientos.

Algunos daños

En Guaymas, dos casas no soportaron las rachas de hasta 89 kilómetros por hora que se registraron de las 10:00 a las 12:30 horas, mientras que en San Carlos un hotel registró daños en los ventanales del gimnasio y en el mobiliario de tres restaurantes ubicados en la orilla de la playa San Francisco.

En el Malecón Turístico, el muro de contención se separó del relleno de la bahía en casi 800 metros y otra parte presentó fracturas, pues el nivel del mar crecía sin control, en tanto a unos metros se movían de un lado a otro los barcos sardineros y un yate que decidieron fondearse en esa zona.

En Empalme, dos techos se derribaron por completo y uno más sufrió daños parciales, por los vientos, pero 40 viviendas más reportaron afectaciones tras inundarse con la salida del mar del Estero El Rancho.

Amarran pangas

Las pangas del muelle de Bella Vista, de la ciudad rielera, un día antes fueron amarradas unas a otras para evitar que se fueran a pique, aunque una de ellas se soltó y terminó por hundirse, llevándose también el motor.

Algunos pescadores no creyeron en el reporte del tiempo y dejaron sus motores a expensas del mal tiempo, lo que ocasionó averías severas y menores.

Aunque fueron pocos, hubo algunos guaymenses, todos de edades jóvenes que salieron a desafiar los efectos de la depresión tropical cuando "pegaba" con toda su fuerza a 40 kilómetros al Norte de Guaymas para captar una foto o un video que presumirían en redes sociales.

En Guaymas y Empalme se reportó saldo blanco, no hubo pérdidas humanas, sólo materiales, según informaron autoridades.