Cada vez hay menos frijoles saltarines
Los "frijoles saltarines" podrían dejar de brincar, y es que cada vez son más escasos por las sequías que se registraron los últimos años en la región, manifestó María del Rosario Hernández Gámez, quien los vende en el Mercado de Artesanías de Álamos.
"Los frijoles saltarines son originarios de la Sierra y se dan en temporada de lluvia, pero cada vez es más difícil encontrarlos porque ya no llueve tanto como antes", lamentó la comerciante.
Aunque no detalló una cifra de la producción de los frijoles saltarines, dijo que un litro de esta semilla cuesta 350 pesos directamente con el recolector, pero los revendedores le doblan el precio.
"Pues es difícil saber cuanto se recolecta porque ya cada quien va al monte a buscarlo, pero lo que sí te puedo decir que antes era más fácil encontrarlo y también lo vendíamos más barato", añadió, "los extranjeros lo llevan mucho y personas del Sur del País.
El frijol saltarín es una semilla pequeña de color canela y castaño, describió María del Rosario, y en su interior crece una larva que es la que ocasiona el movimiento.
"En la semilla se forma el huevo de un gusanito y ahí crece y es el mismo gusanito el que se mueve por dentro y por eso pareciera que el frijol brinca", explicó.
Los frijoles saltarines provienen de las zonas montañosas de Sonora y Sinaloa en los límites con Chihuahua, agregó, pero es Álamos considerado como la capital de dicha semilla por su gran producción.
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