Sin gota de agua viven en santa cecilia

El tener altos índices de delincuencia, drogadicción, no contar con calles pavimentadas y vivir en la marginación son problemas que pasan a segundo plano para los habitantes de la colonia Santa Cecilia, pues viven sin una gota de agua.

Los habitantes de mayor edad de esta colonia, la cual paradójicamente se encuentra en el mismo cerro donde edificaron la nueva pila de almacenamiento de agua, aseguran que desde hace 19 años cuando les instalaron las tuberías para las casas batallan con el abasto del vital líquido.

Actualmente aseguran que "no cae ni una gota de agua" y los días en que llega a "caer", literal son gotas que no logran llenar en toda la noche una cubeta.

Anastasio Becerra, quien ha vivido ahí por 24 años, manifestó que mensualmente le cobran 74 pesos por un servicio que no goza y por el cual de forma constante va a las oficinas del Oomapas a quejarse y siempre le dan excusas.

"Al principio llegaba poquito y ahora no llega nada, con esta administración está para el arrastre, antes duraba dos, tres días sin agua, pero volvía a haber poquita.

"Ahora no, hubo agua el 13 (mayo) un poquito y de ahí pa’acá no ha habido nada, y antes de eso llevábamos tres semanas sin una gota de agua.

"En Oomapas siempre me dicen que en dos semanas ya van a conectar la pila, que solo están esperando a conectar unas piezas", lamentó el adulto de 70 años de edad.

A su edad Anastasio Becerra tiene que acarrear agua a pie en cubetas desde una llave que está aproximadamente a un kilómetro de su domicilio, cerro abajo, lo cual es un reto para su estado físico actual.

Rosa Herminia Morán, habitante de esta colonia, manifestó que la pipa ya no se acerca de vez en cuando a proporcionarles agua, como ocurría hace algunos meses.

Al ser el servicio más básico de todos, pues sin agua no hay vida, manifestó que ella ya no exige pavimentación ni siquiera más seguridad sino agua para su familia.

"Esa bandejita que está no se llena en toda la noche, literal no sale ni una gota de agua", expresó.

Hay habitantes de esta colonia a quienes la falta de agua ha repercutido de forma directa en su salud, como el caso de Emiliano Arreola, quien sufre de embolia y es diabético.

Relató que esta situación es desesperante, pues su estado físico le impide acarrear agua, y las mujeres que habitan con él (familiares) tienen que comprar garrafones de agua a diario, lo que afecta en su economía.

La "nueva" pila de almacenamiento de agua instalada en el cerro e inaugurada desde la pasada administración municipal, dijo, era la promesa de solucionar el problema histórico de falta del vital líquido, pero parece que lo han empeorado.