Masiaca, el pueblo de las manos artesanas
“Son muy cómodos, baratos y te duran más que los huaraches que venden así normales, estos están ‘cuerudos’ para el trabajo”, expresó Heriberto Sánchez, quien fue en busca de unos huaraches masiaqueños a los puestos de La Jaula.
Estas tradicionales artesanías irán pasando generación tras generación, pues la belleza y el trabajo de las manos navojoenses no acabará, ya que desde niños los nietos e hijos de los hoy productores tienen el interés de continuar con esta costumbre.
El pueblo de Masiaca es famoso en Estados Unidos y otras partes del mundo por la fabricación de sus huaraches y el curtido de pieles.
El proceso de elaboración de los tradicionales huaraches masiaqueños comienza con la compra de la vaqueta, después se debe preparar rebajándola si viene muy gruesa y con un aceite especial para que dure, montarlos en los moldes y colocarlos al Sol para que tomen su forma.
Después se coloca la llanta o suela, afinar detalles o decoraciones y esperar a que el comprador.
Alrededor de 360 productores son artesanos de la etnia Mayo residentes en las comunidades de Navojoa y Etchojoa.
En Fundición las principales comunidades que se dedican a la elaboración de artesanías son Etchohuaquila, Jostahueca, Guadalupe de Juárez, Guayparín,
En Camoa se producen taburetes y bordados, mientras en la población de Santa Rosa también cuentan con habitantes dedicados a las artesanías.
Algunas comunidades de Masiaca, de igual forma, realizan artesanías, entre ellas Piachive, Cucajaqui, Suacalle, San José y Masiaca.
A todos los rincones
Desde hace décadas los masiaqueños e integrantes de distintas comunidades de la etnia Mayo se han dedicado a la elaboración de artesanías que han llegado hasta varios rincones de Estados Unidos y diversas partes del mundo.
Masiaca, un poblado ubicado a 60 kilómetros de Navojoa, que mantiene alrededor de mil 800 habitantes es uno de los principales elaboradores de huaraches, llaveros, cintos, máscaras de pascolas y muebles.
“Nuestros ancestros empezaron, antes no había validez porque el norteamericano no conocía estas artesanías y ahora sí, en la administración estatal pasada se nos valoró y se nos promocionó, no nomás aquí sino en el extranjero”, expresó el regidor Étnico de Navojoa, Victoriano Moroyoqui Buichileme, quien también es artesano.
Comerciantes y productores coincidieron que la pasada administración fue el “sexenio de los indígenas”, ya que fue ahí donde sus ventas comenzaron a incrementar al ser solicitados en diversos eventos no sólo a nivel estatal sino nacional para promocionar y mostrar el trabajo que realizan.
“No nos dábamos abasto para surtir lo que nos pedían, ni aquí ni lo que se iba para afuera, todo el día hacíamos los huaraches, los tambores y correteábamos la vaqueta y materiales y ahora nomás hacemos cuando nos piden”, expresó Jesús Armando Ortiz Estrella, artesano de Masiaca.
“Del monte sacamos todo, sacábamos porque ya no hay, se batalla mucho ya para conseguir la vaqueta, el palo azul, el Álamo, las pieles, por eso no llevamos conteos de la producción, hacemos cuando hay y cuando nos piden”, dijo.
Esperan octubre
Hoy en día los comerciantes masiaqueños ubicados en la caseta de cobro de la Jaula, coincidieron estar en un periodo de bajas ventas ante la crisis económica de estos meses, aunado a la falta del paso de paisanos.
“Ahorita está muy ruino, casi no se vende, por allá en octubre comienzan las ventas, hay veces que se venden más los bancos, a veces más los huaraches, a veces más las sillas o la moringa y el wereque, para todo hay temporadas”, expresó Guadalupe Navarro Ibarra, el cual es vendedor desde hace 40 años.
En esta área son los traileros los que más compran en los seis puestos, sin embargo, dependiendo la época son foráneos los que más consumen, pero siempre en su mayoría mexicanos.
Los precios de los huaraches varían entre los 70 y 80 pesos, según su tamaño, los cintos según el material desde los 150 pesos hasta los 400 pesos, los taburetes entre los 70 y 350 pesos, estimó Navarro Ibarra, aunque también venden llaveros de 35 pesos, revisa llantas, tarros, pascolas y tambores.
Quienes se han dedicado a esto durante toda su vida han manifestado que la escasez del material también los ha afectado, ya que hay una “extinción” en esta tierra Mayo.
Evangelina Robles manifestó que “todas las artesanías llaman la atención de quienes llegan al pueblo de Masiaca o de quienes los ven en algún aparador o local de venta”, sobre todo en el Sur de Sonora por ser el lugar de fabricación.
Hace algunos años los mismos norteamericanos llegaban a este pueblo en busca de las artesanías para llevar a sus familias o para vender en sus regiones y casi un 60% de la producción era llevada por éstos a otras partes, sin embargo hoy en día el 80% de las artesanías se quedan en México y el resto es llevado a otros países.
“Venía gente del otro lado a comprar los muebles, ahorita está calmado desde hace años, se ha estado quedando aquí en México el material”, citó Moroyoqui Buichileme, “por ejemplo, ahorita estamos vendiendo en la frontera, en Sinaloa, Los Mochis y comunidades cercanas a Navojoa y a algunos ‘gringos’ que pasan”.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí