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El Imparcial / Nogales / Burro

Ofrece Joaquín un curioso recuerdo para los turistas de Nogales

“Would you like a picture in the burro” (Quieres una fotografía en el burro) es una frase que durante poco más de 50 años ha repetido don Joaquín Villegas Miranda.

“Antes en la noche me despertaba de repente y decía take a picture, de tanto que gritaba todo el día, es la clásica”, platicó.

Don Joaquín es propietario de un pequeño negocio ubicado entre las calles Ochoa y Obregón, que consiste en una carreta y un burro, donde ofrece a los turistas tomarse una fotografía instantánea.

Recordó que este tipo de negocio, donde a través de una fotografía se llevan un recuerdo de México, data de más de 90 años; en su caso en enero cumplió 50 años dedicándose a este oficio.

“Tienen aproximadamente como 85 a 90 años más o menos que tenga uso de razón”, platicó.

“Empezaron a trabajar otras personas Manuel Alberto Ruiz “El Pachuco”; Graciano Vargas que le decían “El Chanito”; Roberto Olivas “El Cantinflas”; Luis Rivera “El Indio” y así eran bastantes carreteras las que había en Nogales”, recordó.

En su caso se inició de muy joven y ha trabajado con tres burritos; primero “Lorenzo”; le siguió “George Bush” y desde hace unos tres años tiene a “Barack Obama”, un burrito de seis años de edad.

“Empezamos a trabajar con cámara minutera como la que usaba “El Chavo”, era un cajón teníamos que traer un bote de agua, poníamos el papel encima, tomábamos la foto, jalábamos el cordoncito, la cámara traía vidrio rojo y teníamos que revelarla, costaba 50 centavos oro (dólar)”, precisó.

Don Joaquín asegura que en la década de los noventa, cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio muchos negocios de curios empezaron a vender artesanías en Estados Unidos y bajó la llegada del turismo a Nogales; peor fue con el ataque terrorista en las Torres Gemelas de Nueva York en septiembre de 2001.

Pero desde entonces poco a poco ha mejorado el turismo del centro de la ciudad y espera que en los próximos años continúe esa tendencia y seguir con esta tradición nogalense de tomarse la foto sobre el burrito.

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