El microbusero que regresó para ayudar a sus pasajeros durante la explosión en Iztapalapa sufrió lesiones graves que podrían costarle la vista y el uso de sus manos

CIUDAD DE MÉXICO. 19 DE SEPTIEMBRE DE 2025.- Erick Vicente Acevedo Romero es una de las 28 personas que permanecen hospitalizadas luego de la explosión de una pipa de gas LP ocurrida el pasado 10 de septiembre bajo el puente de La Concordia, en Iztapalapa.

El caso del joven de 33 años era conductor de la Ruta 14 y se hizo viral porque, pese a tener la oportunidad de salvarse, regresó a su microbús para ayudar a los pasajeros que permanecían en shock. Su acto de valentía lo convirtió en héroe en redes sociales, pero también le dejó secuelas graves: presenta quemaduras en casi todo el cuerpo y, de sobrevivir, podría perder la vista y las manos.

El momento de la tragedia

La tarde del 10 de septiembre, Erick conducía rumbo al paradero de Santa Martha cuando una pipa de gas LP volcó, liberando una densa nube blanca que atrapó a su unidad. De inmediato, abrió las puertas para que los pasajeros escaparan.

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De acuerdo con testimonios compartidos por su esposa, Sharon Segura, Erick ya había salido del microbús, pero al ver que algunos pasajeros permanecían inmóviles, regresó para auxiliarlos. Fue en ese instante cuando ocurrió la fuerte explosión que calcinó por completo su unidad.

Aunque sufrió quemaduras de extrema gravedad, logró sobrevivir.

La búsqueda y el estado de salud

En las horas posteriores, familiares y compañeros de la Ruta 14 denunciaron que no podían localizarlo en los hospitales. Finalmente, lo identificaron gracias a un tatuaje en forma de rosario en una de sus manos.

Actualmente, Erick se encuentra intubado y en estado crítico. Su familia ha informado que las quemaduras son tan severas que los médicos prevén la amputación de sus manos y un daño irreversible en su visión.

Piden apoyo para atención médica

Erick es padre de un menor y, debido a la gravedad de su situación, su familia pide a las autoridades apoyo para trasladarlo a un hospital en el extranjero, tal como ocurrió con la niña Jazlyn Azulet, otra víctima de la tragedia.

Además, han señalado que hasta el momento ningún representante de la empresa dueña de la pipa accidentada se ha acercado a ellos.

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