Emociona a Catalina ingresar a primer año de educación primaria

HERMOSILLO, Sonora.- Catalina Symonds empieza hoy una nueva etapa en su vida escolar al ingresar a primero de primaria, una situación que no solo emociona a la pequeña de 6 años, sino que también mantiene a sus padres ansiosos e ilusionados con este proceso.

Desde antes de concluir preescolar, contó su padre Fernando Symonds, Catalina ya hablaba con entusiasmo sobre lo que sería su ingreso a primero, un paso que representa cambios y nuevas experiencias.

Desde antes de salir de K-3 ya estaba emocionada con eso de pasar a primaria porque es un salto diferente. Es otra área de la escuela, van a ser niños nuevos y eso de alguna manera la ilusiona mucho”, compartió.

En casa, la preparación para este momento se convirtió en un proyecto familiar. Comprar la mochila, la lonchera y los útiles escolares fue una de las actividades que más disfrutó, pues sus padres le dieron la libertad de elegir los artículos que la acompañarán en esta etapa.

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“Ya con el salto a la primaria también viene un salto como ser humano, de tener más responsabilidades, de escoger sus propias cosas, de atenerse a lo que escogió. Nosotros quisimos darle esa libertad, le permitimos escoger su mochila por Internet, la lonchera en una tienda aquí; ella fue eligiendo con base en sus gustos y lo que deseaba”, explicó Fernando.

Aunque como padre siente un poco de miedo por la posibilidad de que a su hija se le dificulte la adaptación, reconoce que pesa más la ilusión de verla comenzar esta nueva etapa, convencido de que podrá afrontar cada reto de la mejor manera.

“Sí hay cierta incertidumbre de cómo van a ser los compañeritos nuevos, tanto de ella como de nosotros, porque la dinámica es diferente en la primaria, pero es más la emoción”, afirmó.

La emoción de que va a vivir cosas nuevas, de todo lo que se aprende y las amistades que va a hacer en el proceso, creo que eso es mucho más fuerte que la incertidumbre”, expuso.

Para Fernando, este inicio simboliza también la dificultad de soltar un poco más la mano de su hija y verla crecer con mayor independencia.

Siempre es difícil soltar, es como una cometa que uno va dejando ir poco a poquito. La vas viendo volar, pero al mismo tiempo alejarse. Es una mezcla de felicidad, tristeza y nostalgia”, expresó.

No obstante, aseguró que esta etapa representa ilusión, orgullo y confianza en Catalina, con la certeza de que sabrá aprovechar los aprendizajes y recuerdos que la primaria pondrá en su camino.

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