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María del Carmen celebra 90 años de vida y mantiene una tradición en Hermosillo

A los ocho años superó una parálisis infantil, y desde entonces ha cumplido la promesa que su padre hizo a la Virgen del Carmen: llevarle serenata cada año.

HERMOSILLO, Sonora.- María del Carmen Gándara López celebrará hoy una misa de acción de gracias por sus 90 años de vida y, en los próximos días, el 15 de julio, cumplirá también una promesa que ha mantenido por más de ocho décadas: Llevar serenata a la Virgen del Carmen en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen.

Noventa años de vida, fe y la bendición de Dios viven en María del Carmen, una mujer que cada año recuerda con música la promesa que su padre, Manuel Gándara, hizo a la Virgen del Carmen para que ella se recuperara de una parálisis infantil.

Nacida el 1 de julio de 1935, María del Carmen expresó sentirse muy contenta por llegar a los 90 años, algo que nunca imaginó alcanzar. Sin embargo, recordó con cariño y nostalgia a su esposo, Juventicio Montoya Quijada, dueño de “Discos y Novedades”, con quien compartió más de 60 años de matrimonio hasta su fallecimiento por un infarto en 2002.

Me siento muy contenta a ratos, y un rato un poco triste porque llega una edad con muchas dolencias. Mi marido era de Huépac y yo de Hermosillo, con el tiempo nos encontramos, nos casamos y fuimos muy felices, pero el Señor se lo llevó, no lo dejó que llegara conmigo a los 90”, expresó con la voz quebrada.

Junto a su familia, María del Carmen celebrará hoy su misa de acción de gracias por sus 90 años de vida a las 18:00 horas, en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen.

LLEVA SERENATA POR 82 AÑOS

La historia central de su vida y de la tradición familiar se remonta a mayo de 1943, cuando, a los ocho años, María fue diagnosticada con parálisis infantil, con limitaciones físicas y varias complicaciones.

Ante la gravedad del caso, su padre, Manuel Gándara, hizo una promesa a la Virgen del Carmen: Si su hija se recuperaba por completo, le llevaría una serenata cada año en su día santo. Cumplió esa promesa hasta el final de sus días, y desde entonces María la ha mantenido viva durante 82 años.

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