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Karla Vallejo: Una chef con diseño en cada platillo

No era una enamorada de la cocina, pero de la curiosidad, la creatividad y sus conocimientos como diseñadora gráfica fueron la mezcla perfecta para emprender en el arte culinario.

Karla Vallejo: Una chef con diseño en cada platillo

HERMOSILLO, Sonora.- De niña no soñaba con ser chef, ni siquiera sabía cocinar, lo que sí sabía era ser buena anfitriona y aprender cosas distintas. Sus conocimientos de diseño y su gusto por la gente la llevaron a convertirse en una reconocida chef.

Hace algunos años, Karla Vallejo no sabía ni cocer arroz, platicó, pero al casarse y experimentar en la cocina, descubrió un mundo donde las mezclas, creatividad, sabores y colores pueden dar grandes resultados.

Nunca me imaginé terminar en la cocina, mi carrera es Diseño Gráfico, la verdad nunca cociné en casa, ya que me casé me obligué a cocinar y descubrí que era algo que me apasionaba y me gustaba pintar, que podías hacer mezclas y experimentar con los platillos”, comentó.

Después empezó a llevar varios cursos, a investigar de distintas cocinas, pero siempre enfocada en los productos regionales, en la carne sonorense, y también en el uso de la parrilla.

Como un sueño guajiro se imaginó llegar a tener un restaurante, pues desde su niñez veía a sus papás, más que cocinando, siendo buenos anfitriones: Recibir a la gente, hacer reuniones en casa donde no sólo la comida fuera el tema principal, sino el motivo de reunión y convivencia.

CONOCER, EXPERIMENTAR Y COMPARTIR

Karla Vallejo ya había estudiado su carrera para ser diseñadora gráfica y después aprendió diseño de interiores. En una ocasión visitó un lugar en la Ciudad de México que se enfocaba en tés e infusiones y quiso experimentar.

“Yo quería estudiar diseño de interiores y estaba decorando un café y descubrí el mundo de las infusiones y el té, que era un mundo por descubrir y quise hacer algo, había un lugar muy bonito cerca de mi casa de doble altura y le dije a mi esposo que me lo rentara y me lo rentó”.

Así surgió su restaurante Tocho Morocho, que por seis años ofreció platillos con ingredientes frescos y únicos que cambiaban cada día y dependía de la disponibilidad de muchos ingredientes.

Antes de ser chef, Karla Vallejo fue comensal, siempre en compañía de su esposo ha acostumbrado visitar distintos restaurantes y encuentra diferentes fusiones y conceptos que la hicieron descubrir qué quería compartir.

CHAMORRO PARA LALO

Entre sus platillos especiales se encuentra un chamorro en cama de fettuccini que su familia y amigos siempre pedían que hiciera en las reuniones y que posteriormente incorporó al Tocho Morocho.

Pero este platillo cobró más importancia cuando conoció a Lalo, un compañero de la escuela de una de sus hijas que, siempre que acudía con sus papás al restaurante, pedía ese platillo.

“El niño se enfermó, le detectaron un tumor en la cabeza y lo operaron en Estados Unidos, cuando despertó le preguntaron qué quería y el dijo ‘un chamorro del Tocho Morocho’ y vinieron especialmente a eso”, compartió.

A los meses se enteró de que el niño había fallecido y decidió cambiar el nombre del platillo a “Chamorro para Lalo”. A los meses, la familia del niño regresó al lugar y al abrir el menú descubrió este pequeño homenaje a través de la comida.

 

UN SABOR, UNA EXPERIENCIA
Después de cerrar su negocio decidió darse un “break”, pero siguió como asesora externa en distintos restaurantes, ayudó a crear menús de otros y ha colaborado como jurado de concursos y en medios de comunicación.

Para Karla la comida llegó a su vida por ser alguien tan intensa y con ganas de aprender, pues busca crear a través de cada platillo una experiencia que haga al comensal recordar, sentir o imaginar, pero sobre todo que quiera repetir.

“Tengo muchos recuerdos de mi familia del Sur, mi abuela hacía un cocido, pero con una salsa tatemada, con plátano macho, la tortilla recién hecha, de acá en Sonora el aroma a café de mi abuelita, las tortillas de harina recién hechas”.

Proyectos

  • Tocho Morocho,  su propio restaurante.
  • Brasero Los Lagos.
  • Calafate, cocina italo latina
  • Actualmente trabaja en la renovación de La Tinto Bistro & Tapas Bar.
  • Trabajó en la elaboración de menús de Racer Café, Momo cocina urbana.
  • También se dedica a la asesoría de restaurantes y creación de conceptos y menús, además de participar en distintos medios de comunicación.

 

Chef locales favoritos

  • Sandra Chávez.
  • Alessio Butti.
  • Mike de la Mora.
  • Claudia López.
  • Paola Gastélum.
  • Antonio Amavizca. 

 

DICHO MIENTRAS COCINA

“Para mí es muy importante, al hacer un menú y poder presentarlo, me gusta esto de ‘¿lo vuelves a pedir?’, comer es una experiencia emocional y te gusta mucho, pero a lo mejor no vuelves a pedir”.

INGREDIENTE FAVORITO

“Algo que no puede faltar en mis platillos es chile, pimienta y el aroma al fuego, algo que tenga relación al fuego”.

UTENSILIO INDISPENSABLE

“Lo que no puede faltar en casa es un grill de hierro fundido que siempre cocinamos en él. Me encanta hacer ralladuras de limón y siempre tengo un zesty, el mortero”.

¿QUIÉN COCINA EN CASA?

“Tengo la fortuna de que la señora que me ayuda en casa ha trabajado con nosotros desde hace 20 años y ya sabe qué nos gusta y qué no, de repente nos peleamos por el sartén las dos, pero cocinamos juntas”.

PLATILLO CREACIÓN DEL QUE ESTÉ ORGULLOSA

“El platillo Tierra Sonora que incluye el menú de La Tinto, es un corte Manhattan que son dos restaurantes en México que lo sirven, tiene una cama de hoja de elote y tortilla de harina molida que asemejan la tierra, un puré de elote con aceite de chile verde y una salsa de café de talega con chile colorado”.

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