El Imparcial / Hermosillo / Hermosillo

Tienditas de la esquina son más que un lugar dónde comprar

Casi todas las tardes, Antonio Frías Burgos se sienta por fuera de su tienda a la espera de algún cliente. Ya no son tantos como antes, de hecho dice que ya ni siquiera es un negocio, pero "Don Toño" lucha para subsistir entre la competencia.

En el interior de su local hay un poco de todo: Latas, sodas, papitas, galletas, medicinas y artículos de limpieza. También, sobre el mostrador, un par de melones y algunos plátanos. La radio suena mientras el comerciante atiende a Filiberto, uno de sus clientes habituales.

A Filiberto le falta un peso para completar la cuenta de lo que lleva, pero "Don Toño" le dice que se lo pague en la próxima visita; es uno de los pocos clientes a los que aún les vende "fiado".

El negocio de abarrotes "Acuario", propiedad de Frías Burgos, se ubica en la colonia Álvaro Obregón desde hace 25 años, pero hace unos cinco, según cuenta, la ganancia empezó a bajar por la expansión de los supermercados y tiendas de conveniencia.

"Trabajamos para pagar el agua, la luz, el contador y los impuestos, hasta por una báscula hay que pagar una cuota anual; trabajamos para subsistir, porque ya no hay utilidad", lamenta Don Toño.

A unas cuadras de su tienda está "Abarrotes La Concentración", un negocio con más de cuatro décadas, y que desde hace dos años pertenece a Miguel Ángel Núñez Ortega y su familia.

Para él existe una clave para sobrevivir a pesar de la competencia: Tratar bien a los clientes y tener los productos que buscan. En su caso, vende machaca y queso que, asevera, son de la mejor calidad.

"Ya vienes por la machaca y no vienes por eso nomás, de aquí te llevas una soda, la verdura", explica.

Cada vez es menos frecuente encontrar las "tienditas de la esquina", pero los propietarios que aún persisten en este giro coinciden en que otra de las claves es que se vuelven hasta confidentes de sus clientes.

Según datos del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (Denue) del Inegi, en Hermosillo existen 3 mil 88 negocios de abarrotes, ultramarinos y misceláneas. Para subsistir, algunas han optado por diversificar sus productos o incluir pago con tarjeta.

"Tenemos lo mismo. A lo contrario, antes tenía verduras, y ya cuando pusieron el otro súper aquí cerca ya no vendí", dice Fermín Pardo Contreras, quien empezó hace 32 años con su tienda "Del Sur", en Los Jardines.

Además de la baja en las ventas, Pardo Contreras se ha visto afectado por la inseguridad, especialmente por los asaltos. Desde hace más de un año arriba de sus mostradores hay rejas.

Para Cuauhtémoc Rivera Rodríguez, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), si bien la inseguridad y la creciente competencia han afectado a las tradicionales tiendas de abarrotes, estas aún representan una importante fuente de abastecimiento y auto empleo.

En el País, señala, hay más de un millón 182 mil puntos de venta de este tipo, que dan sustento a cinco millones de personas y, en general, representan el 48% de abastecimiento del mercado nacional.

"Está dirigido a la gente de consume diario. Las tiendas de barrio están enclavadas en las colonias, en los suburbios. Diríamos que es un modelo de negocio de máxima proximidad", puntualiza. El pequeño comercio es importante en las colonias porque genera comunidad, dijo.

"Eso no es ser chismoso, pero al final del día la gente busca estar enterada de lo que pasa con su gente para comprometerse con ella", asegura, "y la verdad es que en las tienditas se genera mucha comunidad, es un evento cultural lo que ocurre ahí, y tiene mucha tradición".

Los problemas de delincuencia son una de las principales amenazas, menciona, porque el comerciante se enfrenta a problemas como extorsión, asalto y robo hormiga ya no sólo de los clientes, ahora también de los proveedores.

Considera que las tienditas no están próximas a desaparecer, pues han representado por décadas el sustento de millones de mexicanos."Por ejemplo", añade, "muchas madres de familia abandonadas han encontrado en esta actividad un complemento, igual que muchos pensionados y jubilados. Ahí completan para pagar los recibos, para mantener el hogar en pie".

En esta nota