Condenan muertes de dos mujeres migrantes a manos de agentes fronterizos

Las muertes de las mujeres migrantes causadas por los agentes fronterizos de Estados Unidos son el reflejo de pasividad de los gobiernos de Centroamérica ante el mandatario Donald Trump.

Así lo consideró Gaba Cortés, coordinadora de actividades de la asociación civil Ángeles de la Frontera, quien dijo que el silencio de las autoridades, sobre todo de Guatemala y Honduras, se interpreta como un permiso para matar a las personas que deciden huir de sus lugares de origen a causa de la violencia.

En días pasados Claudia Patricia Gómez González, migrante de Guatemala, fue asesinada en Texas por un agente estadounidense, quien le disparó en la cabeza por presuntamente sentirse amenazado ante la joven de 20 años.

Otro de los fallecimientos que también causan indignación fue el de Roxana Hernández, mujer transexual de 33 años, quien murió en las oficinas de Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), en Nuevo México, debido a complicaciones en su salud.

“Con el apoyo de los ciudadanos podemos presionar a los congresistas y las autoridades del ICE para que sepan que los ojos del mundo están viendo esta violación repetitiva en los derechos humanos y la vida de las personas migrantes”, expresó la activista.

En las oficinas del ICE, agregó, en lo que va del año tres mujeres han abortado debido a las bajas temperaturas generadas por los aparatos de aire acondicionado y por la falta de alimentos.

Por otra parte, Gaba Cortés comentó que las familias migrantes de Centroamérica están conscientes de que pueden ser separadas durante su solicitud de asilo humanitario en Estados Unidos.

Sin embargo, aceptan el riesgo, pues solo en Estados Unidos pueden salvar sus vidas.

Esa situación, mencionó, refleja el nivel de violencia y la falta de oportunidades laborales y escolares que los migrantes enfrentan.