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El Imparcial / Hermosillo / Michelle

"Me conoció, me abrazó y lloramos las dos": Mamá de "Michelle"

"Michelle", quien por más de 20 años vivió en la calle, hoy está al cuidado de su familia y recibiendo tratamiento siquiátrico. Gracias a ello su mamá contó cómo al fin su hija la reconoció, y luego de un fuerte abrazo, ambas lloraron de la emoción.

"Mi hija está mucho mejor, gracias a Dios está medicada y se ve bien diferente; no se ve como otras veces que la habían traído, ahora que nos vimos ella me conoció, me abrazó y lloramos las dos, porque sea lo que sea ella es mi hija y la quiero", manifestó su mamá.

"Michelle", de 46 años de edad, había vivido en la esquina del bulevar Luis Encinas y calle Jaffa, en la colonia Los Naranjos, donde vagaba de una esquina a otra, sin importarle el calor, el frío o la lluvia.

El 26 de marzo fue ingresada al Hospital Siquiátrico Cruz del Norte, luego de que EL IMPARCIAL hiciera públicas las condiciones en las que vivía, pues no podía ponerse de pie y hacía sus necesidades sentada.

La mamá de "Michelle" no estaba en condiciones de cuidarla, pues en ocasiones se comportaba violenta, por su padecimiento. Un día "Michelle" se fue y no regresó a su hogar, por ello vagaba.

Félix Higuera Romero, subsecretario de Salud, dijo que "Michelle", en la primera semana de tratamiento, mostró mejorías en los síntomas de la esquizofrenia que padece.

"Ella salió estable, se mantiene estable, el seguimiento será de la consulta externa del servicio de siquiatría de la Cruz del Norte; cuando no haya posibilidad de llevarla por alguna razón, el programa de Siquiatría Comunitaria acudirá a su hogar", afirmó.

De acuerdo a Higuera Romero, no se considera hoy en día la modernización de los tratamientos, es decir, un establecimiento donde estén internadas sin límite de tiempo las personas con problemas siquiátricos.

"Lo que necesitamos conseguir es justamente que las familias asuman las responsabilidades de supervisar el tratamiento de la persona que sufre una enfermedad con estas características.

"A partir de ese momento disminuye el riesgo de la recaída porque la persona puede recuperar el nivel de su funcionamiento", destacó, "incorporarse a la vida familiar, social y, en función de sus capacidades, a la vida laboral".

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