"Daría hasta el alma por salvar una vida"

Manuel Alejandro conoció su vocación a los 14 años de edad, cuando socorristas de Cruz Roja Bahía de Kino acudieron a impartir una plática a su salón de clase; desde ese momento, precisó, supo que su pasión sería entregar hasta el alma para salvar una vida. Ahora, Manuel tiene 28 años y celebra su reconocimiento como Socorrista del Mes de diciembre, el cual dedica a su madre como agradecimiento por haber compartido su interés en formar parte de la institución.

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"Estar en Cruz Roja lo es todo, porque he tenido buenos y malos momentos, me ha ayudado a superar metas, a lograr bastantes cosas y lo más importante, a obtener una sonrisa y un ‘gracias’ de la gente, que es lo que más nos da alegría.

"A casi 14 años, ha habido personas que he llevado a los hospitales y que me es grato poder decir que hice algo por ellas, que logré, junto con mis compañeros, que llegara estable a un hospital", describió Manuel Alejandro Burgos Aguilera.

A lo largo de ocho años como socorrista en Cruz Roja Hermosillo, relató, vivió todo tipo de situaciones, pero una de ellas marcó su vida y hasta hoy la considera como el hecho más fuerte: Diagnosticar a su abuelita ya sin signos vitales.

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"Iba de jefe de servicio de la unidad y me tocó decirle a mi familia que ya había fallecido, fue algo muy fuerte, porque era mi madre, la que estaba conmigo además de mi mamá, todo el tiempo se preocupó y estuvo al pendiente de mí", narró.

Aunque siempre ha tenido un motivo que lo ayuda a salir adelante ante cualquier situación, Manuel Alejandro expuso que siente que la experiencia lo llevó a decir: ‘Yo puedo hacer y seguir aquí más tiempo’, por lo que continúa en Cruz Roja.

"Hay ocasiones en las que me ha tocado llegar a un servicio y el paciente me recuerda mucho a ella y digo ‘vámonos’, pero mis compañeros están ahí; mucha gente piensa que nosotros somos sólo operadores de vehículos de emergencia y que no hacemos nada atrás, y eso no es cierto, ayudamos a las personas", añadió.

Guadalupe Ayala Noriega, coordinador de Socorros de Cruz Roja Hermosillo, expresó que nunca imaginó que aquel niño, al que veía llegar con gran entusiasmo y sed aprendizaje a la base de Bahía de Kino, sería ahora un reconocido socorrista.