Viven horas de angustia en Las Amapolas

Angélica Carpio fue a una entrevista de trabajo, desde que iba de regreso a su casa en un camión urbano vio a lo lejos una columna de humo, jamás pensó que se incendiaban las bodegas que están pegadas a su casa.

Luego del incendio que ocurrió el pasado jueves, en la casa número 147 de la calle Del Cedro, pegada a las bodegas fue la única que se dañó de manera leve, para suerte de la familia Estrada Carpio, ninguno de sus cuatro moradores estaba en el lugar.

“Yo andaba en entrevista de trabajo, no había nadie en la casa, de hecho cuando andaba en entrevista y venía en el camión se veía del Quiroga el humo, cuando veníamos en El Ranchito fue cuando pasó la bombera y cuando me fui acercando fue cuando vi más fuerte el humo.

“Ahí me dijo un muchachito, ‘oye, está llegando la lumbre a tu casa’, ¿qué? le dije yo, corrí pero ya no me dejaron entrar, ya habían sacado a todos los vecinos, pero en la casa no había nadie, mi esposo trabajaba, mi hijo de 20 años andaba por ahí y mi hija de 13 años en la escuela”, señaló.

Por momentos Angélica Carpio pasó un gran susto, sobre todo porque no sabía si su casa se dañaba, más tarde se dio cuenta que los dos tambos de gas, que estaban a menos de 20 centímetros de la barda que dividía la barda, estaban por fuera de su casa, del otro lado de la calle Del Cedro.

Luego de estar a la espera en la calle, la familia ya pudo regresar a su casa alrededor de las 23:00 horas, en la vivienda encontraron parte de la barda derrumbada del lado de su hogar, así como bastante basura en el patio y daños menores en un baño que tienen por fuera.

“Ya después de que pasó el incendio, como a las 23:00 horas pudimos entrar, yo encontré la casa con todo el cochinero aquí en el patio, y el humo adentro, tenía ropa tendida afuera y se me ahumó toda, la barda se cayó, pero gracias a Dios no pasó a mayores, el baño se dañó un poco nada más”, informó.

DUERMEN EN UN CARRO

La noche fue larga, como se había evacuado a todos los vecinos, la familia Estrada Carpio tuvo que dormir arriba del pick up de su propiedad, el cual estaba estacionado por fuera de la vivienda, para evitar que fueran a intoxicarse pues entró bastante humo durante las horas que duró el incendio.

Ahora lo que les queda es limpiar el patio y esperar a que el dueño de la bodega pueda volver a levantar la barda pues temen ser víctimas de los amantes de lo ajeno.