Niños y nuevas tecnologías, ¿aliados o un peligro?
Para que un niño tenga un desarrollo normal y saludable debe de relacionarse con sus pares, padres y maestros, ya que esto fortalece sus habilidades sociales, lo cual se ve interrumpido con el uso excesivo de la tecnología, indicó Rodrigo Filós Hernández.
Bajo estas condiciones los menores tienden a aislarse, dijo el paidosiquiatra del Centro Infantil para el Desarrollo Neuroconductual (Ciden), además de que pueden presentar fracturas en los pulgares, tener principios de sordera, problemas de postura, cansancio y muchos más.
Pero no todo es negativo, ya que si se usan de manera adecuada los aparatos electrónicos como los videojuegos, tablets y computadoras, pueden beneficiarles al mejorar su atención, concentración, la sicomotricidad y la comunicación entre las neuronas.
“Obviamente todo debe de ser con una restricción de tiempo, no se recomienda que se les deje más de un periodo de una hora o máximo que jugaran dos horas como límite, primero porque la mayoría de los videojuegos generan ansiedad”, comentó el especialista.
Esto sucede porque cada nivel en el juego cada vez es más difícil y es lo que los motiva a querer pasar de nivel, lo que favorece la frustración y con ello se observan cambios en el comportamiento en el hogar o en la escuela, son más agresivos, impulsivos y desafiantes.
Los menores de 2 años de edad no deberían estar expuestos a los aparatos electrónicos porque su cerebro todavía no tiene la capacidad para procesarlo de manera correcta, algo que en un futuro dificulta su aprendizaje.
Cuando un bebé interactúa con una tableta le va a llamar la atención y la moverá por el diseño que tiene, pero en su cerebro se le queda grabado que todo lo que utilice funciona bajo la misma lógica que este dispositivo.
“Le pones por ejemplo una revista y va a intentar hacer que se mueva porque no tiene el desarrollo para identificar las diferencias que hay entre un dispositivo y la revista, algo que es perjudicial es el tiempo de exposición y el tipo de contenido que vea”, señaló Filós Hernández.
Otro aspecto negativo es la luz que emite la computadora, la tableta y el teléfono celular, ya que tiene una luminosidad azul y el cerebro la confunde con la que irradia el Sol y se ve afectado el “ciclo circadiano”.
Cuando cae la noche se manda una señal al cerebro de que ya no es de día para que prepare al cuerpo a un episodio de sueño, pero la exposición prolongada a estos aparatos desfasa este proceso, motivo por el cual los niños se duermen más tarde y les cuesta más trabajo levantarse.
“Yo creo que la exposición a la televisión y a la computadora tiene que ser primero en la etapa del preescolar, supervisado con ese tiempo limite y además que sean juegos que van a tener un apoyo pedagógico educativo”, recomendó, “o sea no un contenido que tenga que ver con otra situación”.
La crianza depende completamente de los padres y son ellos quienes deben decidir cuando acercar a sus hijos a la tecnología, sin embargo siempre intervienen familiares paternos y maternos en esta decisión por lo que se deben establecer límites.
Si un niño exige un aparato electrónico en una edad que no es recomendable para ellos, los papás deben de explicarles que aún no tiene la capacidad para manejar el dispositivo y que se le dará cuando sea el momento.
Lo que se recomienda es que en la etapa preescolar se exponga el menor tiempo posible, en la edad escolar puede ser mayor, pero siempre bajo la supervisión de alguien, pues no se deben de afectar las actividades escolares, extraescolares y del hogar.
“No creo que un padre lo siga al 100%, es difícil, más por la exigencia que le hace el niño de tenerlo y como ven que está tranquilo con el videojuego o con la tablet sin molestarlos, se lo permiten”, indicó el experto.
En aprendizaje resulta más afectada la escritura que la lectura por el uso de la tablet, esto se debe a que se deteriora cada vez más el lenguaje escrito porque ya no se escribe como antes.
Un factor que no está del todo comprobado es la radiación electromagnética de los celulares, unos dicen que favorece la aparición de ciertos tumores en el cerebro, pero lo que sí está estudiado es que emiten actividad eléctrica que repercute en la vista.
“La situación sería la prevención y la sicoeducación de los padres”, afirmó, “hacerles ver a los papás que no se les puede dejar un tiempo excesivo, que tienen que tener supervisión y la educación en cuanto a eso, porque no va a haber otra situación que favorezca el que se les exponga o no”.
Algo positivo de su uso es la mejora de la atención, favorece su concentración y en el caso de las consolas donde utilizan su cuerpo, favorece la sicomotricidad, en los niños con autismo favorece su lenguaje al utilizar aplicaciones donde viene la imagen, su nombre y el sonido.
En pocas palabras está en los padres de familia el que sus hijos hagan de las nuevas tecnologías su mejor aliado para potencializar muchas de sus capacidades; como en todo si hay exceso, habrá consecuencias.