AMISTAD QUE PERDURA

Como ya es tradición, un grupo de entre 40 y 50 amigos hermosillenses se reunió para cerrar el año en un ambiente de camaradería, recuerdos y gratitud.

Unidos por una amistad que nació en las aulas del Colegio Regis desde mediados de la década de los 80, los asistentes han sabido mantener vivo el lazo que los formó desde la infancia y que hoy se refleja en vínculos personales y profesionales sólidos.

La reunión anual se ha convertido en un ritual que va más allá de una simple convivencia, pues es un espacio para reconectar, compartir anécdotas de aquellos años escolares y reflexionar sobre los aprendizajes que la vida y los negocios han dejado a lo largo del tiempo.

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NOCHE CON CAUSA

Entre risas, abrazos y conversaciones profundas, el encuentro reafirmó el valor de la lealtad y la constancia.

Desde 15:00 horas, la mesa fue el centro de la convivencia gracias a una rica paella elaborada para la ocasión. Además, un grupo acompañó con música la velada.

Lo que inició como comida se transformó, de manera natural, en una celebración que se extendió hasta la noche, cuando se ofreció un borrego a la vuelta y vuelta, marcando el cierre perfecto para una jornada larga y emotiva.