¡LLEGAN AL ALTAR!
Los asistentes al enlace religioso disfrutan y ayudan a fortalecer a esta noble institución
Con gran emoción, el pasado 14 de noviembre María Rosalinda Muñoz y Víctor Hugo Ayala unieron sus vidas ante Dios en una ceremonia llena de emoción y detalles que quedaron grabados en cada uno de los invitados.
La celebración comenzó en la Parroquia del Espíritu Santo, donde la pareja se dio el “sí” acompañada por familiares y amistades que llenaron el templo de alegría entera.
Después, la pareja se trasladó a Hacienda Jesusita para una sesión de fotos que capturó la luz suave del atardecer. Entre árboles, caminos de tierra y ese paisaje sereno que distingue al lugar, los novios compartieron sus primeros momentos como matrimonio.
Una noche memorable
La recepción inició a las 20:00 horas, también en Hacienda Jesusita.
El coctel de bienvenida ofreció un espacio tranquilo para conversar y brindar. Más tarde, el sonido del grupo en vivo marcó el comienzo oficial de la fiesta; entonces, las luces, las risas y los pasos al compás dieron forma a una noche que prometía ser memorable.
El vals de los novios llegó poco después. La pareja bailó durante seis minutos que parecieron suspender el tiempo, rodeados por las miradas emocionadas de sus seres queridos.
Luego vino el brindis familiar con champagne, un momento sencillo pero lleno de significado.
Más adelante, la pareja posó para la tradicional foto con Los Chisperos, sellando la velada con un toque de alegría y tradición.
La celebración fluyó entre abrazos, música y la sensación de que ese día marca una nueva historia para ambos.
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