Inspiración viva

Llenos de agradecimiento y cariño, la comunidad Opus Dei, familiares, seres queridos y colaboradores se reunieron para celebrar el centenario del padre Emilio Palafox Marqués, figura esencial de la vida espiritual y académica en Sonora y en México.

Las actividades se realizaron el sábado 12 de julio, fecha, precisamente, del cumpleaños del presbítero. Y la gratitud, la alegría y la memoria de su sólida trayectoria no se hicieron esperar.

En la residencia Iberri, un grupo de matrimonios de Hermosillo se sumó a los festejos, expresando su admiración al sacerdote que por décadas ha guiado sus caminos con sabiduría y cercanía.

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Celebración gastronómica

Además, con una misa solemne y una comida de celebración, en la que se compartieron anécdotas de su legado como educador, científico y sacerdote, cerró con broche de oro las celebraciones.

Un legado invaluable

Doctor en Biología por la Universidad Complutense de Madrid, Palafox ha sido defensor del diálogo entre ciencia y fe, como lo plasma en su libro “En busca de nuestros orígenes”, donde, junto a los doctores Marmelada y Llano, argumenta que creación y evolución se complementan, no se oponen.

Su paso por México también estuvo marcado por el servicio a los más vulnerables, como su trabajo con enfermos de lepra en Culiacán, experiencia que enriqueció su vida sacerdotal y humana.

A sus cien años, el padre Palafox continúa siendo una inspiración viva de pensamiento, entrega y serenidad.

“La familia debe ser clave, debe ser ayudada, guiada, promovida, para que siga siendo la estructura social. La otra prioridad son los jóvenes, la educación de la gente joven es la gran tarea, y se puede perfectamente en armonía con los gobiernos”.

Padre Emilio Palafox