El arte como camino de esperanza
Impulsa Lily Alonso a niños mexicanos y estadounidenses para exhibir sus sueños en una galería de Nueva York.
En el corazón de la Universidad de Columbia, las paredes del Smith Learning Center se llenaron de color, emoción y mensajes de esperanza. Niñas y niños de Sonora, Chiapas y Harlem expusieron por primera vez sus obras en la muestra internacional “Reach for Your Dreams”, organizada por Artistic Dreams International (ADI) en colaboración con REACH, el programa educativo del Teachers College de Columbia University.
El evento, realizado el pasado 11 de junio, fue más que una exposición: fue una celebración de creatividad, resiliencia y justicia educativa. Por primera vez, la obra de niños mexicanos compartió espacio con la de estudiantes de Harlem en una plataforma internacional.
Pinturas, dibujos y piezas mixtas mostraron la mirada fresca y profunda de menores que, a pesar de contextos de vulnerabilidad, encuentran en el arte una voz fuerte y firme.
Esta muestra trató de reimaginar la educación a través de la equidad y la creatividad, REACH encontró en ADI un socio ideal para fortalecer la formación artística de sus estudiantes.
“Esta exposición representa un sueño hecho realidad, un puente entre culturas y generaciones”, afirma Alonso.
Una vocación nacida desde la infancia
La historia detrás de Artistic Dreams International (ADI) surge desde su fundadora, Lily Alonso, quien descubrió el arte siendo niña, tras migrar con su familia a Estados Unidos.
“En la escuela pública de Ohio tuve por primera vez acceso a clases de arte. Había materiales, maestros comprometidos, un espacio para expresarme. Ahí me di cuenta de que podía pintar, que tenía talento. Me lo dijeron mis maestros, aunque yo no lo entendí del todo en ese momento”, recuerda.
El regreso a México, sin clases de arte ni música, significó un quiebre en su formación emocional.
“Me empezó a costar más trabajo la vida. No sabía por qué, pero ahora entiendo que me hacía falta ese canal de expresión”, relata.
Estudió Relaciones Internacionales, hizo una maestría en la Universidad de Columbia, trabajó en recaudación de fondos por casi una década… pero algo faltaba.
“Me soltaron de un empleo y, aunque fue doloroso, me dieron una indemnización que me permitió replantear mi vida. Ahí decidí regresar a la universidad y estudiar Artes Plásticas. Fue entonces que fundé Artistic Dreams”, comenta.
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