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El Imparcial / Ciudad Obregón / Inclusión laboral

"Cuando me amputaron la pierna caí en crisis", Alier Chávez Valenzuela

Aunque algunos sectores han apostado poco a poco a la inclusión laboral, gran parte tienen en el olvido el tema.



De los más de 2 mil locales de comida o restaurantes de Cajeme, muy pocos cuentan con trabajadores con alguna discapacidad, comentó Alier Chávez Valenzuela, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), por falta de información.



"No es un tema que tenemos tan desarrollado, estoy consciente de que algunos restauranteros tienen personas con discapacidades diferentes trabajando, con síndrome de Down es uno, el caso que se me viene a la mente, creo que también en otra marisquería; sí se debería extender más el tema y asesorarnos", comentó.



Estas personas cuentan con capacidades que bien pudieran favorecer en ciertos puestos, dijo, como por ejemplo en los recibidores o como hosters.



"Sabemos que son competentes en todos los sentidos, pero sí que a veces la manera de dirigirse o explicar las indicaciones pueden ser diferentes", mencionó.



Se busca cómo apoyar



En la Cámara Nacional de Comercio y sus afiliados se cuenta también con poco avance, señaló Jesús Nares Félix, presidente del Organismo, aunque se ha buscado el cómo apoyar.



"Creamos hace poco la vicepresidencia de Responsabilidad Social que está operando, hemos hecho actividades y convenios para poder operar con personas con discapacidad, hay algunos casos, hay una empresa que se dedica a apoyar en la comercialización de sus productos en nuestro gremio", mencionó.



Son alrededor de 10 las empresas que forman ya parte de la inclusión, señaló, y no se ha podido crecer por falta de infraestructura.



"Muchos están en áreas de diseño, en computadoras, captura de datos, telemarketing, áreas de atención al público sin manejo de mercancía, esas son las áreas de oportunidad para este personal, depende de la accesibilidad que tienen ellos", detalló.



La infraestructura



Aparte de dar empleo a quien lo busca y necesita, los sectores deben velar por sus clientes, consumidores y proveedores, tema en el que también prácticamente se está en "pañales".



"Hay muchas cosas por avanzar, sí hace falta trabajo, el Municipio pide que tengan rampas; pero hay muchos restaurantes que llegaron a edificios ya construidos y a lo mejor no se hicieron esas adecuaciones o son requisitos nuevos", expuso Chávez Valenzuela.



El mismo Municipio en general está atrasado en el tema, y aunque las empresas comenzarán a apostarle aún más, poco se avanzaría, señaló Nares Félix, pues no hay infraestructura adecuada en el transporte urbano para personas en sillas de ruedas, por ejemplo, y las mismas banquetas no cuentan con rampas.



Es cuestión de actitud



Aunque no existan las herramientas necesarias para afrontar una discapacidad, la actitud debe ser siempre positiva, y así todo se puede superar, señaló Mayra Elena Díaz Amavizca.



La vocal ejecutiva del Consejo Municipal para la Integración Social de las Personas con Discapacidad destacó que las oportunidades existen, pero no son bienvenidas por las personas a quienes van dirigidas.



En Cajeme existen al menos 5 mil 500 personas con alguna discapacidad, de las cuales se desconoce si cuentan con estudios o no, describió, pero sí se sabe de los casos que han abandonado grandes oportunidades y de puestos que nunca son ocupados.



"Sí hay buenas oportunidades, pero la herramienta principal es tener los conocimientos necesarios. Se buscan mucho para manufactura en el Parque Industrial, también en empresas para recepcionistas, profesionistas. Todo es mental, recae en las ganas de salir adelante", mencionó.



Primeros pasos



En el 2017 se dieron alrededor de 40 oportunidades en este Consejo, de las cuales se desconoce cuántos fueron contratados, detalló, pero al menos siete continúan trabajando.



"Las personas dejan solicitud, llega la oportunidad, les dan cita para ir (a entrevista), de cinco acaso uno va, el día que van a trabajar ya, a la hora de la comida ya no regresan porque no están acostumbrados, les dio miedo; debe poder más la seguridad, hay otros que van a la entrevista y nunca se presentan a trabajar.



"Hemos perdido oportunidades, plazas, buscamos orientarlos a la capacitación pero es decisión de las personas, quienes no saben leer y escribir es porque no quieren, las oportunidades están y gratuitas, el apapacho del padre a su hijo es uno de los impedimentos, debemos soltarlos", recalcó.



Jaime Cota López es uno de los ejemplos de que cuando se quiere se puede, pues aunque a los 16 años sufrió la amputación de una pierna y nació con meningocele o derrame del líquido de la columna, lleva catorce años trabajando en el Ayuntamiento.



Desde hace más de una década Jaime se ha desempeñado en diversos puestos, ahora está en el parque infantil, como operador de juegos, pero antes trabajó como administrador en un hotel.



Aunque no puede manejar y vive en Navojoa, todos los días sale de su vivienda hacia la Central en busca de un autobús, para llegar a tiempo a su empleo.



"Terminé la secundaria, estuve hospitalizado, operación tras operación, así fue mi infancia, los estudios logré terminarlos aunque periodos iba, otros no.



"Infraestructura falta mucho, camiones accesibles con rampa no hay, es difícil porque debemos adaptarnos pero debemos aceptarnos y decir: Órale, adelante", expresó.



Las cosas no fueron fáciles para Jaime, pero pudo más su deseo por superarse que cualquier otra cosa.



"Cuando me amputaron la pierna caí en crisis", concluyó, "luego me di cuenta que había casos más fuertes que han salido adelante y recapacité".

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