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El Imparcial / Ciudad Obregón / Presa El Oviáchic

Arropa "El Oviáchic" historias y desarrollo

La presa Álvaro Obregón, mejor conocida como "El Oviáchic", que significa "El difícil", es una de las más importantes de México y es la represa más grande de la cuenca del Río Yaqui.



En ella se han tejido decenas de historias, pues justo donde hoy alberga decenas de millones de metros cúbicos de agua que sirven para el consumo del Municipio de Cajeme y para la agricultura del Valle del Yaqui, antaño daba residencia a centenas de familias.



En una parte de ésta, hace 66 años, habitó un pueblo llamado Cumuripa, uno de los más antiguos del Municipio.



Fue fundado en 1619 por el misionero jesuita Martín Burgencio, pero tras la construcción de la presa durante el Gobierno federal de Miguel Alemán Valdés se reubicó, quedando ahora sólo sus vestigios bajo el embalse.



Las familias que ahí vivían se asentaron en la comisaría de Esperanza y en la colonia Cumuripa de Ciudad Obregón, la cual el Gobierno donó, pero otras se resistieron a abandonar su zona de origen y decidieron permanecer en las orillas.



"Sale el fortín, la cárcel cuando baja el agua, están donde comienza el Río Yaqui, está ahorita completamente sin nada de agua, hacemos hasta allá una hora y media en lancha para llegar, era grande el pueblo, tenía unas 800 gentes", platicó Juan Llanes Lugo, uno de los pescadores de la zona.



Desarrollo y turismo



La presa construida de 1947 a 1952, creada para regular el caudal de agua del Río Yaqui, evitar las inundaciones y generar electricidad, sirve también como una atracción turística, y además alberga en ella decenas de especies para la pesca deportiva y comercial.



"Hay un padrón de 500 a 550 pescadores registrados de los alrededores, Buena Vista, Cumuripa y los Ribereños, Hornos también entró esta temporada", detalló el pescador.



Esta presa forma también parte importante y primordial del sistema de riego del Valle del Yaqui, el cual da paso a la instalación de diversos cultivos en las más de 450 mil hectáreas que lo conforman, para abastecer a México y al mundo de alimentos.



La crisis por el agua



El sistema de presas de la Cuenca del Río Yaqui se ha mantenido por debajo de su capacidad total este 2018, en comparación con años anteriores, y la media de las aportaciones mensuales por la falta de lluvias también.



Esto ha traído diversas consecuencias en la localidad, como la restricción de segundos cultivos por la falta de agua y menos especies para pescar.



El sistema de presas cuenta con tres embalses: "La Angostura", "El Novillo" y "El Oviáchic", mismis que se mantienen hoy en día en apenas al 45% de su capacidad, dejando alarma por sequía.



Según el portal del Distrito de Riego del Río Yaqui (DRRY), la presa Álvaro Obregón se encontraba el año pasado a la misma fecha en un 30.7% de su capacidad, y ahora al 26% con 837.8 millones de metros cúbicos.



"Yo tengo 10 años trabajando aquí, no me había tocado esta situación; sí baja por el riego del trigo, pero ahora está de más, tenemos cuatro, cinco días que ya está subiendo, ojalá que llegue a la mitad, sí nos afecta que no haya agua porque el pez no tiene qué comer, y se van o se mueren, está muy baja la producción", detalló Llanes Lugo.



En la pesca se tiene la esperanza de que las especies se reproduzcan al entrar la veda este mes de mayo, pero en lo agrícola se tiene sólo fe en la llegada de las lluvias para asegurar un ciclo de cultivo más, o los de primavera verano.



"El agua es vida, si no hay agua no tenemos ese recurso natural tan maravilloso que nos da el sustento día a día, en diferentes labores, el agua la ocupamos desde para tomar hasta para regar una planta.



"Y en nuestro caso para la pesca, para nuestra fuente de trabajo, es vital y la debemos cuidar", concluyó María Isabel Americano López, presidenta de una de las cooperativas pesqueras de la zona.

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