“No me quiero rendir” : Elizabeth tras cinco años de buscar a su hija

Sonora.- El amor de una madre es incalculable, va más allá de la muerte, la enfermedad o el cansancio. Así lo demuestra Elizabeth Quezada Ortega, quien desde hace casi cinco años busca incansablemente a su hija Alexia, desaparecida en Guaymas.

Desde aquel día de noviembre de 2020, cuando dejó de saber de su “Trompuda”, como le dice de cariño, Elizabeth salió a las calles con una foto en mano, preguntando a quien fuera por el paradero de su hija. Poco después se unió al colectivo Guerreras Buscadoras de Empalme y Guaymas, donde ha participado en cientos de búsquedas, aunque aún sin poder encontrar a su tesoro.

Fue un cambio brusco, me deshizo por completo. Estoy hecha pedazos. Aunque han pasado casi cinco años, sigue doliendo igual o más. Yo no pierdo la esperanza de encontrar a mi hija. No me quiero rendir. No puedo explicar todo lo que se siente... es horrible.”

Su vida cambió para siempre, mencionó, vive con un dolor indescriptible que, según dice, le cala hasta el alma. Un sufrimiento que no le desea a nadie y que lo único que la mantiene en pie es su pequeña nieta, hija de Alexia, de quien está a cargo.

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Se ha enfrentando a muchas cosas desde la desaparición de Alexia, incluidas amenazas y situaciones de riesgo, pero, aseguró, nada la detiene en su búsqueda.

No hay día en que Elizabeth no piense en su hija, dijo, la ansiedad, el insomnio y otros problemas de salud se han vuelto parte de su vida, alimentados por la angustia de no saber qué pasó con Alexia.

Ha vivido de cerca cómo algunas de sus compañeras del colectivo han logrado encontrar a sus hijos. Y aunque eso le da alegría, también le parte el corazón no poder hacer lo mismo.

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Aun así, no pierde la fe. Tiene la esperanza de que un día, ojalá no muy lejano, podrá encontrar a su hija. No le importa cómo, solo quiere tener la dicha de regresarla a casa, con los suyos.

Alexia es la única mujer entre sus tres hermanos varones, compartió, desde su desaparición, cada celebración perdió sentido, incluido el Día de las Madres, pues Elizabeth solo puede pensar en ella.

Agregó que espera tener fuerza y salud para continuar buscando a su hija que hoy en día tendría 32 años de edad.

A detalle:

Al menos el 80% de las integrantes de los diversos colectivos de búsqueda de Sonora son madres de familia con uno de sus hijos desaparecido.