Visita Sabino Canyon esta temporada

Esta temporada viste a Sabino Canyon con una atmósfera casi mágica. Cielos despejados, soles dorados y temperaturas suaves invitan al visitante a sumergirse en una experiencia sensorial inolvidable.

Según los registros climáticos del área cercana, durante septiembre y octubre los días alcanzan máximas promedio de 30 centígrados, y las noches descienden hasta unos 15 centígrados, mientras que la humedad se mantiene en torno al 33 por ciento. Este clima es ideal para explorar el Sabino Canyon sin la presión del calor abrasador.

Sobre todo después de la temporada de monzones (julio a septiembre), cuando las lluvias recargan la corriente del arroyo Sabino y permiten que cascadas y cauces sigan fluyendo, elevando la belleza natural del entorno, se vuelve imprescindible asistir a este encuentro con la naturaleza.

Arizona

Conoce la vida silvestre desde las alturas a bordo de un globo aerostático

Ideal para pasar el día

Sabino Canyon, enclavado en las montañas Santa Catalina dentro del Bosque Nacional Coronado, es un oasis de vida y roca. Entre sus senderos y formaciones destacan los majestuosos saguaros, álamos algodonosos, jumping cholla y cipreses alligator; además, la fauna local incluye ciervos, jabalíes, zorros, tortugas, serpientes de cascabel, pumas y una variada avifauna

La experiencia comienza en el Visitor Center. Desde ahí, la carretera pavimentada de Sabino Canyon (casi 6 kilómetros en total) se extiende hacia el corazón del cañón. Ideal para recorrer a pie, en bicicleta o mediante el icónico shuttle eléctrico narrado, que te transporta a través de paradas panorámicas en medio del murmullo del desierto.

Para quienes prefieren el senderismo, hay rutas para todos los niveles, desde el paseo tranquilo del Sabino Lake Loop, perfecto para observar aves y el paisaje, hasta opciones más exigentes como Phoneline Trail o la recompensa visual del Seven Falls, accesible tras una caminata retadora pero fascinante.

Esta temporada no solo regala un clima amable y paisajes vivos, sino que también ofrece serenidad. El entorno, abundante en sonidos naturales con el fluir del agua, cantos de aves, el susurro del viento entre las rocas, así como también el firmamento claro crean una atmósfera propicia para la contemplación, el desconecte del ritmo urbano y el redescubrimiento de la naturaleza en su forma más pura.

Fuente: www.visittucson.org/