José Martínez Colín

No podemos perder la esperanza, sólo hay que dejarla entrar. A ello nos invita el papa León XIV

Para Dios es justo que cada uno tenga lo necesario para vivir.

Hay una parábola de Jesús que alimenta nuestra esperanza mostrándonos que nunca es demasiado tarde, que no podemos darnos por vencidos; nos recuerda que el Señor no deja de salir a nuestro encuentro.

... A nuestro alrededor se encuentran esos “buenos samaritanos”...

Es un arte saber escuchar y el papa León XIV se refirió a ello en su primera audiencia general.

Se dice que los defectos son los ladrillos que construyen la fuerza de la personalidad.

El arma favorita del demonio es la mentira, pues logra hacer desconfiar y desunir.

La devoción del papa León XIV a San Agustín y su interés por la unidad de la Iglesia se reflejan en su lema episcopal y en su escudo de armas.

El papa León XIV tiene como lema “In Illo uno unum”.

Antes de morir, el papa Francisco dejó un regalo para agradecer a la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Jesús y a los profesionales del Policlínico Universitario Gemelli los cuidados que le dieron durante su último ingreso al hospital

El Papa Francisco nos invitaba a tener la actitud de María Magdalena y de los apóstoles Pedro y Juan que corrieron ante la noticia de Jesús Resucitado.

...Compartir la alegría es una experiencia maravillosa. Comenta el papa Francisco que es algo que aprendemos desde pequeños.

Por complicada que fuera nuestra vida, Jesús siempre nos espera y desea nuestra salvación.

En esta Cuaresma, levantemos también la mirada hacia Jesús crucificado, y dejemos que Jesús se encuentre con nosotros. En Él encontraremos la esperanza y podremos renacer.

María y José son un ejemplo para quienes pierden a Jesús de sus vidas: Lo buscan afanosamente hasta encontrarlo. Podemos imaginar la alegría al verlo.