Desde Temoaya hasta Mexicali, la ruta de las luces que encienden la Navidad

Mexicali, Baja California.-Originarios de Temoaya, un pueblo con raíces artesanas y tradiciones profundas, Jonatan y Martín han hecho de la temporada navideña su principal apuesta del año.

Desde hace tres temporadas consecutivas llegan a Mexicali con un cargamento de luces, extensiones y figuras, preparándose con semanas de anticipación para aprovechar los días de mayor movimiento, que suelen darse a inicios de diciembre.

Entre todo lo que ofrecen, las más buscadas son las luces de cascada que se venden por metro, ideales para cubrir fachadas completas y patios.

Mexicali

Artistas urbanos convierten semáforos en escenarios efímeros

Su historia no es aislada. Forman parte de un grupo más amplio de comerciantes procedentes de Toluca que, cada año, se organizan para recorrer distintas ciudades del país.

Se distribuyen estratégicamente, dejando a algunos integrantes en cada punto con el objetivo de reunir el dinero suficiente para regresar a casa antes de Nochebuena y pasar las fiestas con sus familias.

La temporada termina justo antes del 24 de diciembre, cuando desmontan su puesto y emprenden el regreso.

Durante su estancia en Mexicali, la vida es sencilla y a veces complicada. En muchos casos duermen en el mismo local donde venden las luces y dependen del apoyo solidario de negocios cercanos para acceder a servicios básicos como sanitarios o regaderas.

Aun así, aseguran que el esfuerzo vale la pena, convencidos de que, aunque sea por unas semanas, su trabajo también forma parte de la celebración.

Así, mientras Mexicali se enciende cada noche con luces y adornos, también se iluminan historias de sacrificio, migración temporal y trabajo duro.

Historias como la de Jonatan y Martín, quienes, lejos de casa, ayudan a que la Navidad llegue más brillante a la ciudad.