El coreano que eligió Mexicali: Entrevista a Changhun Jeon
Del frío del oriente, al calor de Mexicali, esta es la historia del surcoreano que abrazó la calidez cachanilla

Mexicali, Baja California.-La ciudad de Mexicali, rica en industria, atrae a muchos extranjeros que vienen a trabajar, como el caso de Changhun (o Chun Kun, según él y sus amistades mexicalenses), que los azares de la vida trajeron a él y su familia a la capital del estado.
Desde su llegada, su vida se marcó por una vida de aventura en muchos países y búsqueda de identidad en un contexto de movilidad, pero fue en Mexicali donde finalmente encontró a la ciudad como un hogar.


Los intercambios culturales entre Corea y Mexicali
Muchas son las cosas que Changhun se adaptó para poder sobrevivir al municipio cachanilla, principalmente el clima y la gente fueron sus primeros desafíos en el proceso.
Declaró que cuando cumplió su deber de realizar el servicio militar en su país natal, sus costumbres se marcaron por la puntualidad y disciplina de aquella experiencia.
No obstante, en Mexicali se encontró con una sociedad donde el tiempo es muy relativo y no son tan estrictas, pues incluso en el trabajo dan “chance” de llegar tarde.
Si llegabas un minuto, dos minutos tarde, había muchos castigos. Pero aquí llegando yo era super puntual y pues me invitaron a fiestas que eran a las 6 de la tarde, y yo llegaba a las 6 y apenas limpiaban su casa”, recordó con una carcajada.
Además, vivió burlas con tintes de inocencia que en algún punto tuvo que acostumbrarse, fue en su etapa de formación académica en la Universidad Autónoma de Baja California donde sus compañeros le apodaron “Chun Kun”.
“De hecho, cuando entré a UABC, los primeros dos años estaba mudo. Me hacían mucha carrilla, bullying. Y, además, en aquel tiempo Corea no era tan reconocido. Y todos me llamaban como chino, chino. No se imaginan. Pero, de hecho, ahorita cuando los veo a ellos otra vez, yo hago más bullying”, explicó con un tono juguetón.

Comer y compartir
Desde pequeño, su sueño era abrir un restaurante propio, cuando vino a Mexicali a sus 21 años decidió emprender un viaje para encontrar dónde había lugar para su corazón, pero terminó de todas maneras en la capital del estado.
He ido a varios lugares, a más de 50 ciudades, pero he vivido en Panamá, Eslovaquia, Ciudad de México y Tijuana. Pero mi familia estaba acá y quería estar cerca de ellos”, explicó Changhun.
Además, logró abrir su restaurante de comida coreana auténtica en la ciudad, cosa que nunca pudo concretar en las estancias a otros países, lo que significó el inicio de su sueño de tener su propio negocio.
Así fue que su ambición por traer un poco de su frío pero acogedor hogar en Corea se materializó en un lugar donde el calor del clima y la calidez humana convergen.


Siento que la gente de Mexicali son más cálidos, más como corazón calentitos. O sea, muy abierto para extranjeros, siempre como quieren echar la mano, me siento como que quedarme más tiempo aquí”, comentó con una sonrisa en su cara.
No sólo eso, declaró que la comida mexicana y coreana comparte similitudes, como la adicción por el picante y las especias, además de resaltar que en ambas culturas siempre está el dar.
Eso es también cultura coreana. Nosotros siempre en el centro de mesa y compartimos diferentes platos”, afirmó.
¿Tacos mexicalenses o tijuanenses?
Se sintió con la osadía de asegurar que los mejores tacos se hacen en la capital de Baja California, y que su experiencia por decenas de ciudades lo respaldan
Mexicali tiene el mejor taco del mundo. He comido tacos de todo el mundo. Lo que me gustó más fue que tiene como 20, más de 10 salsas siempre en su mesa”, afirmó sin pelos en la lengua.
De esa manera, Chanhgun reafirma su corazón cachanilla, igual de picante y cálido como los propios mexicalenses.
Así, fomenta la relación entre ambas culturas, que se encuentran en cada extremo del mundo, pero que son similares a su manera.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí
Grupo Healy © Copyright Impresora y Editorial S.A. de C.V. Todos los derechos reservados