De Mexicali para el Burning Man: El Xolo Bus

Mexicali, Baja California.- De Mexicali al desierto de Nevada, artistas lograron llevar su proyecto Xolo Bus al festival Burning Man 2025, ubicado en Black Rock City, una ciudad temporal que se construye cada año en el desierto de Black Rock, uno de los encuentros artísticos y musicales más emblemáticos del mundo.

El Xolo Bus es un vehículo de arte (art car) diseñado para fomentar el arte musical y visual, así como ofrecer un espacio a artistas de Baja California y de todo México.

Sus fundadores, Jorge Gutiérrez y Héctor Vitella, explicaron que el proyecto nació en 2024 como una forma de fusionar la arquitectura, la producción visual y la música electrónica.

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“Queríamos crear un espacio donde los artistas pudieran desarrollar su talento, mostrar su música y conectar con el público desde una experiencia visual y sonora única”, explicó Jorge Gutiérrez, cofundador del proyecto.

Un camión hecho arte

El Xolo Bus es una estructura móvil inspirada en la figura del xoloitzcuintle, símbolo ancestral mexicano. Su diseño combina metal, luces, fuego y sonido, lo que convierte al vehículo en un escenario ambulante capaz de presentarse en distintos puntos sin necesidad de infraestructura adicional.

Entre los principales retos del proyecto estuvo lograr que el camión fuera autosuficiente. Actualmente cuenta con un generador independiente que le permite operar en cualquier entorno, además de un sistema de iluminación y efectos flameantes certificados por bomberos y autoridades estadounidenses.

“El mayor desafío fue hacerlo seguro y funcional. Utilizamos materiales ligeros y resistentes, adaptamos gas butano y pasamos todas las pruebas de seguridad”, detalló Gutiérrez.

Del desierto cachanilla al Burning Man

El sueño de llevar el Xolo Bus al Burning Man se concretó este año tras un proceso de registro y verificación, el equipo viajó con ocho integrantes para representar a Baja California en la edición 2025 del festival, donde participaron junto a otros art cars como Mayan Warrior.

Fue una experiencia gratificante y estresante. Llovió por segundo año consecutivo, lo que afectó parte del equipo electrónico, pero logramos presentar nuestro arte y compartirlo con el público”, comentó Gutiérrez.

El proyecto no solo significó un reto técnico y logístico, sino también una oportunidad para poner el nombre de Mexicali y de la Baja California en un escenario global del arte y la innovación.

“Queremos que el Xolo Bus siga creciendo, que más artistas se sumen y que Mexicali sea reconocido como un punto de creación artística y musical”, concluyó Vitela.