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Despiden a empleado de Club Palestra entre jaloneos; dueño y trabajador presentan denuncias por agresión

Eduardo De la Riva, ex empleado del club deportivo Palestra, señaló haber sido despedido injustificadamente y ser golpeado por su jefe luego de una discusión entre ambos.

Despiden a empleado de Club Palestra entre jaloneos; dueño y trabajador presentan denuncias por agresión

Mexicali, Baja Californai.- Eduardo De la Riva, ex empleado del club deportivo Palestra, señaló haber sido despedido injustificadamente y ser golpeado por su jefe luego de una discusión entre ambos.

Eduardo era gerente general del club deportivo desde hace cuatro meses. La situación del despido se derivó luego de que el pasado 27 de junio un cliente se retiró del establecimiento sin pagar la totalidad de su cuenta.

Eduardo, como gerente, buscó cómo contactar al cliente para que liquidara su deuda; de lo contrario, él tendría que pagar el faltante de aproximadamente mil 300 pesos al momento de realizar el corte.

Al lograr comunicarse con el cliente, este le comenta que no puede acudir a realizar el pago debido a que se encontraba en Estados Unidos, por lo que le sugirió hacerle una transferencia.

“La única persona que tiene acceso a las transferencias de la empresa y que podía proporcionarme la información estaba descansando en ese momento, entonces, por sentido común, busqué una solución y esa fue la más rápida”, expresó.

Al hacerle el cliente la transferencia a Eduardo, él mismo realiza el pago de su tarjeta a la terminal de la empresa, siendo testigos más empleados del lugar.

“Yo tengo que rendir cuentas a la administración de que el dinero esté completo. Si la única opción de pagar del cliente era una por transferencia y la empresa no tiene dónde recibir el dinero, ¿qué otra opción tengo?”, comentó.

A los días, el administrador del lugar le solicita la renuncia voluntaria a Eduardo con un finiquito menor a lo que por ley le corresponde, por lo que Eduardo se negó a firmarlo.

“Ellos me dicen que por ley eso está prohibido, entonces yo les digo que en la ley también dice que me deben pagar mis horas extras, darme seguro y otros derechos laborales”, comentó.

Al negarse a firmar la renuncia voluntaria, pregunta si se retira o se queda trabajando, a lo que el administrador le responde que por el momento continuará trabajando.

A los días, llega el dueño de la empresa, Miguel de León, solicitando reunirse en privado con Eduardo para presuntamente amenazarlo de que iba a hacer que lo sacaran de Mexicali.

“En cuanto me siento, me dice que no te dije por las buenas que ya no puedes estar aquí, ¿qué quieres, que se haga por las malas? Gracias a Dios había otra persona ahí de testigo”, comentó.

Al iniciar una discusión, Eduardo se sale de la sala para llamar a la policía porque su jefe estaba muy alterado, amenazando y gritando muy fuerte; incluso intentó arrebatarle el teléfono.

“Me levanté para salir y llamar a la policía. Cuando salgo, me empieza a gritar enfrente de todos que a dónde voy; él me intenta quitar el teléfono, entonces ahí yo me pongo frente a las cámaras para que quede evidencia”, comentó.

Al estar discutiendo frente a las cámaras de seguridad de la empresa, comienza el forcejeo entre ambos. Según Eduardo, fue su jefe el que comenzó a empujarlo y lo ahorcó.

“Yo aquí tengo las marcas de los golpes que me dio en la cabeza, en el cuello, y en múltiples ocasiones me dijo que me estaba amenazando. Yo lo que quiero es que él muestre las cámaras”, comentó.

Eduardo interpuso una denuncia ante la Fiscalía por hostigamiento y lesiones, y también una demanda ante Conciliación y Arbitraje de la Secretaría del Trabajo.

Por su parte, Miguel de León, dueño del club deportivo Palestra, negó la versión del ex empleado de cómo se dieron las cosas. Argumentó que desde hace semanas detectaron malos manejos del dinero por parte del ex gerente.

“Fueron varias transacciones que detectamos que recibió a través de su cuenta personal. Por esto nos acercamos con él; nosotros acudimos a la Secretaría del Trabajo para exponer la situación y presentamos las pruebas”, expresó.

Al momento de notificarle sobre la cancelación de su contrato como empleado, el dueño argumentó que Eduardo se puso muy agresivo, que lo amenazó y gritó en varias ocasiones.

“Empezó a amenazarme por el hecho de proceder ante la Secretaría del Trabajo. Ante estos hechos tratamos de tranquilizarlo, pero en eso él me agredió con un cabezazo y se salió de control”, comentó.

El dueño dice ser él quien llamó a la policía y no Eduardo. También acudió a la Fiscalía a poner una denuncia contra Eduardo por amenazas y agresión, por lo que espera que la Fiscalía resuelva el caso.

Sobre el tema de las cámaras de vigilancia, argumentó que él nunca se ha negado a mostrarlas, debido a que ninguna autoridad se las ha solicitado, pero que cuando se las soliciten lo hará.

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