Son “Docentes Sombra” un pilar de la educación inclusiva
Trabajar con alumnos que requieren educación especial para salir adelante, es un verdadero reto para estos maestros y maestras.

Mexicali, B.C.- La docencia es una de las profesiones más nobles que existen, debido a que se brindan todas las herramientas necesarias para el alumno, por lo que se les celebra este 15 de mayo el Día del Maestro y Maestra.
En el caso de la educación especial es un doble esfuerzo, porque se busca que los menores aprendan lo básico pero también que puedan hacerlo de forma independiente, con un apoyo individual de una persona especializada.
Los denominados “docentes sombra” son los que brindan apoyo individualizado a estudiantes con necesidades educativas especiales dentro del aula, con el fin de facilitar la integración y el aprendizaje de estos estudiantes.
La docente Yussi Espinoza tiene más de 15 años laborado como “maestra sombra” de decenas de alumnos con diferentes diagnósticos, que van desde dificultades cognitivas hasta diferentes niveles de autismo.
El que los alumnos con diferentes neurodivergencias puedan ser incluidos en sus escuelas y puedan llevar una vida más independiente, ha sido el principal objetivo de Yussi.
A lo largo de su trayectoria ha sido testigo como muchos de sus alumnos lograron tener avances significativos con el paso del tiempo, incluso algunos logrando ir a la universidad de forma independiente.
“Yo creo que lo más significativo es el ver a alumnos que ahora están en la universidad y les di clases en quinto o sexto grado, los cuales me envían mensajes y el que reconozcan tu trabajo y te recuerden esa huella que dejamos”, expresó.
Dentro de esta profesión hay casos más complejos que otros, por lo que también tienen que identificar los diagnósticos de algunos menores y buscar las herramientas para ayudarlos.
“Hay casos donde no están diagnosticados, pero existen esos foquitos de alerta, tuve el caso de un niño que no sabía leer ni escribir y la mamá pensaba que nunca iba aprender, hoy el niño está dentro de una escuela regular”, recordó.
Una de las dificultades dentro de la profesión es el relacionarse con los padres de familia, porque muchas veces no quieren aceptar que tienen un hijo con un diagnóstico, lo que vuelve más dif ícil el proceso.
“ Hay muchos padres que no aceptan y eso es un reto, nosotros hacemos nuestra parte para que el niño pueda avanzar pero siempre es una colaboración por el bien del niño”, expresó.
SUJEY FLORES
La “docente sombra” Sujey Flores tiene más de cuatro años trabajando con menores de educación especial.
Su primer acercamiento fue después de la pandemia, cuando vio que nace esta necesidad de los “docentes sombra”.
“Empecé a informarme a cómo intervenir, el cómo ayudar a los alumnos dentro del aula en dado caso de una crisis, es un trabajo muy demandante porque es estar dentro y fuera del aula”, expresó.
El trabajo en equipo con los padres de familia, el psicólogo y los docentes regulares es la clave para el desarrollo del menor porque cada caso es diferente y se necesitan diferentes herramientas.
“Hay casos muy difíciles, como los menores con autismo nivel tres, que a veces requieren una ayuda diferente, nunca es igual con nadie y nosotros tenemos que estar muy atentos”, comentó.
El ver el avance de sus alumnos es lo que la sigue motivando a seguir dedicándose a esta profesión, en la cual se necesita mucha pasión, paciencia y conocimiento por ayudarlo.
“Todos los menores que atendemos se llevan una parte de ti, eso es muy gratificante y cada día es algo diferente, nosotros también aprendemos, al final del día nuestro objetivo es volverlo independiente”, manifestó.
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