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El Imparcial / Mexicali / Personaje del año 2021

Héroes sin capa: Trabajadores de salud dan “timonazo” a la pandemia

Las largas jornadas de vacunación durante todo el 2021, generó que los fallecimientos por Covid tuvieran un descenso importante.

Un nuevo capítulo en la historia de la pandemia Covid-19 se escribió a partir de las titánicas jornadas de vacunación, que no fueran posibles, de no ser por los trabajadores del sector salud que nuevamente sacaron la casta por la gente de Baja California.

Cansados hasta los talones, a veces mal comidos, o desvelados, se mantuvieron estoicos aplicando millones de vacunas que seguro salvaron miles de vidas, por ello, el PERIÓDICO LA CRÓNICA, los reconoce como el personaje del año 2021.

Tras un 2020 de desmoralizadoras muertes por el Covid-19, llegó un año en el que la esperanza se traduce en “vacunas”, al fin las familias podrían volver a abrazarse, pero, todavía se necesitaba de un aliento más de los trabajadores que de por sí ya se encontraban exhaustos de atender los saturados hospitales.

La doctora Sandra Martínez Lobatos, directora de Servicios de Salud, explicó el gran reto, lleno de pruebas y satisfacciones, que implicó la coordinación y operación de los puntos de vacunación en Baja California.

“Hace exactamente, el 7 de enero, ya casi un año, aplicamos la primera vacuna, desde ahí empezamos las actividades de este gran reto que teníamos, era la expectativa de lo que nos estaba llegando y el saber hasta dónde íbamos a tener ese alcance”, comentó.

Recuerda que la llegada de la vacuna significó una posible solución a la pandemia que por un año ya había estado arrebatando vidas en la Entidad, por lo que rápidamente se pusieron a trabajar.

“La indicación fue que TODO el personal disponible tenía que dedicarse a vacunar, no solamente la fuerza de enfermería, las vacunas siempre han estado anidadas en enfermería, pero como nunca, tuvieron que salir los médicos, promotores de salud, se volvieron indispensables para llevar a cabo la actividad de una forma masiva”, dijo.

No había otra opción, la vacunación debía ser masiva, ya que la demanda era demasiada, recordó esas imágenes de los primeros días de jornadas, en que personas de la tercera edad abarrotaron los puntos, y las kilométricas filas de espera.

En los sitios masivos de vacunación llegaban a inmunizar a 10 mil personas en un solo día, pero esto no se hacía sólo, implicaba el pulsante esfuerzo de cada enfermera, médico o trabajador de otra área.

“El personal de salud trabajaba desde las 4:00 de la mañana, para poder estar listos a las 8:00, o viceversa, si trabajábamos en puntos vespertinos, que eso fue noticia mundial porque no se había hecho, eran jornadas intensivas en que todo mundo llevaba su granito de arena”, explicó.“Tener una vacuna con tanta oportunidad, fue antes del tiempo que estábamos esperando, cuando llega, la verdad, profesionalmente, te puedo decir que teníamos que echarle todos los kilos, era la esperanza ante la población de poder mitigar las muertes”, compartió.

BENDICIONES

“La realidad es que llegaba gente tal vez inconforme, pero la realidad es que como nunca el personal de salud recibió bendiciones, aplicabas la vacuna y eran más bendiciones que nos otorgaban y eso nos daba fuerza para poder continuar”, comentó.“El grupo con el que más tuvimos esa experiencia fue con adultos mayores, cuando empezamos con el resto de los grupos también, sí hubo gente que quería meterse, pero hubo algo que caracterizó, la población siempre tuvo orden y nos respetó”, declaró.

UN MILLÓN

La gran hazaña fue aplicar un millón de dosis en solo ocho días, recordó, pero este esfuerzo implicó un gran sacrificio de los trabajadores del sector salud, que prestaron sus habilidades en beneficio de la población.

“Eso fue el mayor reto que tuvimos en vacunación, y haberlo logrado, haber avanzado en cobertura 1 millón 200 con una vacuna única, yo creo que esa fue una gran esperanza, nos dio una gran oportunidad porque demostramos como Estado y como País, que lo podíamos hacer”, defendió.

“La vacuna nos vino a proteger, nos vino a mitigar la muerte, no estamos exentos de enfermarnos, la realidad es que no se hospitalizan y mueren como las tuvimos en un inicio”, mencionó.

Este 1.2 millón implicó 58 sitios de vacunación por día en el Estado, muchos de ellos masivos, con una gran demanda de operación, comunicó la doctora.

“En mi experiencia y de mis compañeros, la realidad, les voy a decir, dormíamos dos horas, porque era iniciar al día siguiente, había sitios que habilitábamos a las 7:00, pero debíamos estar a las 5:00 de la mañana, pero también recordarán que había puntos que terminaban de vacunar a las 3:00 de la madrugada”, declaró.

“Se cerraba uno, pero ya se debía estar habilitando el otro, como nunca, creo que el personal de salud sacó a relucir realmente la capacidad física y emocional, porque no fue sencillo”, mencionó la experta en salud.

“No fue sencillo, fueron jornadas con hambre, a veces no teníamos que comer, a veces alcanzabas un trozo de pizza y era todo para poder seguir, lo que sí quiero resaltar de mis compañeros es que a veces terminábamos la jornada de la noche, y no había sitios habilitados para ir a comer, son cosas que la gente no vio”, recordó.

El estar abriendo tantos paquetes para la aplicación de la vacuna, siempre implica un riesgo, durante estas jornadas, reconoció que sí hubo casos de pinchazos, en los que aplicaron los protocolos de seguridad y no hubo mayores problemas.

“El personal de salud es formado para ayudar, nos capacitan para jornadas largas y dejar de lado ciertas actividades cuando hay una emergencia, ¿había desánimo?, a lo mejor sí, pero te voy a decir una cosa, no teníamos tiempo de ver las redes sociales, noticias, nuestro objetivo era llevar a cabo la actividad”, compartió.

“El haber llegado a un 98% de nuestra población cubierta con un esquema, creo que ya tenemos un gran avance”, compartió.

ESPERANZA

El recuerdo de una adolescente pidiendo una vacuna para su madre que se encontraba en una deteriorada condición de salud, aún conmueve a la doctora Martínez Lobatos, pues le recuerda la esperanza de la gente depositada en la vacunación.

“Me hablaron porque alguien afuera quería hablar con el encargado del sitio masivo, llego y veo una adolescente de 17 años pidiendo que vacunen a su mamá de 54 años, pues no podía sostenerse mucho tiempo sentada”, recordó.

“Era una persona complicada con un pronóstico malo, pero el escuchar a una adolescente que se hizo cargo de la atención de su mamá, yo dije ‘vaya’, caminamos a su carro, y estaba su mamá, una persona postrada, y poder ver el entusiasmo de su hija para que la vacunaran, y se atrevió a tocar para que la vacunaran, yo pedí que pasará el vehículo, nada más por la esperanza de esa niña”, compartió con la voz entrecortada.

INVOLUCRADOS

Había sitios operados hasta por cien personas, el perfil más numeroso era el personal de enfermería, pero también hubo médicos, e implicó toda una cadena de esfuerzos, desde quien recibía las vacunas, el que las cargaba, transportaba y almacenaba, todos importantes.

“El personal de promoción de la salud, los que estaban haciendo los registros y organizando, teníamos que buscar mesas, sillas, carpas, vigilancia, ambulancias, todo un proceso y logística para poder aplicar una vacuna, había gente de todo el sector, IMSS, Issste, Issstecali, todos ellos participaban”, aclaró.

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