‘Me enamoré del trabajo’, dice don Jorge Sánchez

MEXICALI, B.C.- Cinturones lisos, con adornos, bordados y otros trabajos de talabartería es lo que ofrece Jorge Sánchez García a todas las personas que se acercan a su puesto en la edición 2020 de Agrobaja.

Algunos de sus grabados y trabajos más laboriosos llaman la atención y causan el asombro de los visitantes, que se acercan a observar el trabajo que por más de 40 años el originario de Jerez, Zacatecas, ha perfeccionado.

“Me enamoré del trabajo” afirma Jorge, quien tenía apenas 15 años cuando inició en el negocio de la talabartería.

La talabartería no es el negocio de la familia de Jorge, sino que se encontró con ella por primera vez en su ciudad natal, como parte de la tradición de ese entonces de buscar un oficio para los más jóvenes.

Fue en ese taller, relata, cuando conoció y comenzó a trabajar en la elaboración de cintos y otros materiales, lo cual lo llevó a incursionar y posteriormente abrir su propia Talabartería Jerez, por el año de 1986.

A pesar de ser el primero en su familia en entrar en tan tradicional oficio, Jorge ha inculcado a sus hijos el amor por la labor que realiza y aunque admite que no es fácil mantiene la esperanza de que el legado continúe.

“Yo espero que haya generaciones, que después de mi vengan algunas generaciones” comentó “queremos seguir en esto”

Debido al conocimiento, trabajo y dedicación que requieren este tipo de trabajos artesanales, los productos que ofrece Jorge pueden llegar a tener costos elevados, llegando a crear piezas valuadas en hasta 2 mil 500 pesos o más, que duran hasta dos días en concretarse.

Sin embargo, el hombre insiste en que la calidad y dedicación de cada una de sus creaciones es muy diferente a los productos creados en masa, además de que también realiza trabajos por encargo.