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El Imparcial / Mexicali / Vendedores ambulantes

Niños se ganan la vida en la calle

Sin una supervisión visible, pequeños se les observa por la noche en las principales vialidades vendiendo dulces.

Niños se ganan la vida en la calle

MEXICALI, Baja California.- ¿A cuánto los mazapanes? -Lo que guste cooperar; contesta el niño de diez años que camina entre el tráfico nocturno, tratando de hacer una venta, mientras lo supervisa un hombre desde el semáforo.

El cruce entre el bulevar Anáhuac y Lázaro Cárdenas es un buen spot, sobre todo en la noche, cuando los trabajadores del Centro Cívico, empresas y las maquilas van de vuelta a sus hogares, allá donde sus hijos los esperan sanos y salvos, por lo menos, en gran parte de los casos.

Con la cachuca para atrás trabaja Sergio “N”, al estilo de Daniel el Travieso, pero de cabello negro, piel morena, y rostro redondeado, portaba una camiseta blanca con estampado de patinetas en que le resaltaba la frase “Skate 24/7”.

La inocencia de su aspecto, convence a varios conductores que desde que prende la luz roja del semáforo, buscan apresurados una moneda en los compartimientos del carro, para apoyar al jovencito; como si incentivaran su espíritu emprendedor.

En un intento por conocer a Sergio, esta reportera se acercó al cruce para saber su nombre, el cual, por cuestiones de seguridad, fue cambiado, amistoso en un principio, accedió a charlar.

Se describió como muy trabajador, por eso estaba ahí, y que venía acompañado de su padre, al que llamó Sebastián; fue ahí que el nerviosismo del menor fue evidente, se notó por los pasos que comenzó a dar en reversa, se despidió y siguió con su actividad.

Al retirarse esta reportera, caminó a su automóvil, ubicado en el estacionamiento de un gimnasio de la esquina y una tienda de conveniencia.

Eran las 9:00 de la noche, y ya había algunos indigentes hurgando en los contenedores de basura, otros, estaban dormidos en los rincones de las banquetas entre los locales, indiscutiblemente un sitio en el que no debería deambular un menor sin su cuidador.

En dicha zona se encontraba un niño y una niña que a simple vista se veía menores que el pequeño Sergio, estaban abordando a quienes salieran del gimnasio para amarrar la venta de un mazapán.

Vestida con pantalón y blusa floreada en tonos azules, la niña de unos siete u ocho años se acercó, y cuestionó, “¿Me compra mazapanes?”, mientras mostraba su caja amarilla de La Rosa, y fijaba la mirada en su potencial comprador.

De igual forma se le preguntó si venían solos, su pequeño acompañante dijo que venía con su papá, quien se encontraba en el semáforo, también vendiendo, no obstante, dijo que tenía un nombre distinto, Carlos.

Los menores se alejaron entre los carros del oscuro estacionamiento, para continuar con la jornada, a pesar del cansancio que se asomaba por sus ojos, o los riesgos de ser un niño solo en la calle a plena noche.

El cuidador de los carros comentó que los niños constantemente acudían al establecimiento para ofrecer sus mazapanes, y que incluso, ya había ido el DIF a investigar su situación, pero evidentemente, no hubo algún cambio tras la visita.

Pasaron los días, y se pudo corroborar que la venta de mazapanes por parte de niños en los bulevares, se ha replicado en diversos puntos de la ciudad, las ubicaciones suelen ser azarosas.

Esta rotación, ha sido el principal motivo por el que las autoridades no han podido identificarlos, las trabajadoras sociales dicen no encontrarlos, aún con los reportes que la ciudadanía les hace llegar.

Ante la misma indiferencia pasan los niños que realizan malabares en los bulevares, vestidos de ropa típica de alguna etnia del sur del País, agitan sus brazos con destreza para lanzar dos o tres pelotas en el aire, algunos desde el piso, otros sobre los hombros de sus padres.

 

NO LOS VEN

Autoridades obligadas a proteger la niñez de Baja California, muestran desconocimiento del fenómeno, otros lo reconocen pero no saben las cifras, y hay quienes dicen no haber podido comprobar el trabajo infantil de los menores.

El titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Francisco Iribe Paniagua, señaló que no han recibido denuncias o notificaciones sobre niños deambulando, o trabajando en la vía pública.

Eso sí, el secretario Iribe, aprovechó para enaltecer a Baja California por ser el tercer estado en el País con menor ocupación infantil en edad permitida, y en menor ocupación en edad no permitida el segundo lugar. Cabe precisar que esta dependencia es la obligada a identificar y erradicar el trabajo infantil.

DOS CASOS

La Procuraduría de la Defensa del Menor del DIF, atendió en lo que va del año 2019 dos casos parecidos a la situación relatada. Fueron reportados niños en las calles, sin embargo, no pudieron comprobar que los menores estaban siendo explotados laboralmente.

Osiris Sepúlveda Medellín, subprocuradora de la Procuraduría de la Defensa del Menor en Mexicali, explicó que uno de los casos se trató de un niño, quien era prestado por su madre a una pareja, para acompañarlos mientras vendían productos en la vía pública.

“No hay muchos expedientes, en lo que va del año hubo dos, un niño y una niña, la niña es de Chiapas y fue reintegrada a la familia”, explicó la servidora pública del DIF Estatal. A la niña de siete años, la encontraron en un crucero en compañía de un tío, al ver que no eran horas, ni el sitio adecuado, la canalizaron al albergue del DIF y posteriormente fue reintegrada a su familia, no se comprobó que se tratara de trabajo infantil.

El niño fue canalizado al albergue, ya que era prestado a una pareja, la subprocuradora precisó que Seguridad Pública no canalizó el caso a la Procuraduría, aunque la mamá acudió y reconoció que prestaba a su hijo.

“Al no acreditar el parentesco de quienes lo traían es que fue internado, el señor decía que era su familiar, pero no era”, añadió. Son niños que se pueden expresar, y ellos no manifestaron una situación de riesgo, por lo que no encuadró con la explotación infantil, ya que los niños no expresaron estar vendiendo, solo estaban en acompañamiento.

“Los niños que sí estuvieran vendiendo, se tendrían que valorar, porque podrían estar apoyando por la compañía que le hacen a sus cuidadores”, justificó. Sin embargo la Ley Federal del Trabajo es muy clara en su Artículo 22 Bis, donde señala de forma expresa: “Queda prohibido el trabajo de menores de quince años”.

 

PROTOCOLO

Al tener conocimiento de un niño en situación de riesgo, se levanta la denuncia, se asigna a una trabajadora social y acude al lugar, declaró la subprocuradora, si es un crucero se hace la verificación. Comentó que en todas las denuncias ha ido una trabajadora social para verificarlo, sin importar el sitio de la ciudad, no obstante, en muchos casos no los encuentran.

El primer contacto con estos casos, suele darse a través de la Unidad de Violencia Intrafamiliar (UVI), perteneciente a la Dirección de Seguridad Pública de Mexicali (DSPM), si amerita, canalizan al menor al DIF Estatal.

Cruz Amelia Ahumada Luna, coordinadora de la UVI, aseguró que se atiende el interés superior del menor, por lo que realizan operativos de búsquedas para recorrer las principales vialidades donde los reportan, o en la zona fronteriza.

En caso de ubicarlos, dijo que al abordar al padre o cuidador, se le hace saber los derechos del niño, uno de ellos es no laborar a su corta edad, se les pide que se retiren del lugar, haciéndoles un acompañamiento al domicilio, con el fin de ubicar donde vive y en que condiciones.

Cuando reinciden, a pesar del apercibimiento, la persona se presenta ante el juez calificador por una falta al bando, y el menor queda para su protección ante la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia.

Se han dado otros casos, donde el menor está solo pidiendo dadivas, este niño se lleva en automático ante la Procuraduría de la Defensa del Menor. Los operativos se realizan una vez a la semana o cada 15 días.

La agente de la DSPM, reconoció que hay una proliferación de niños en los semáforos, ya sea vendiendo mazapanes, o realizando malabares. “Así es, también es gente que viene del interior de la república, y ellos tienen otras costumbres, ‘las marías’, predominan en la zona de Algodones, sin embargo en los bulevares, también vemos niños de la localidad que realizan esta practica, a lo mejor por un beneficio, o sí existen padres, que los ponen”, declaró.

Mencionó que los hijos de las “Marías”, predominan en zona Valle, han detectado hasta cinco casos reincidentes, en el que se aplicó el protocolo de ponerlos a disposición del DIF.

El maltrato infantil comprende cualquier acción u omisión, que hagan o se dejen de hacer sus padres o cuidadores, no accidental, que provoque el daño físico, sexual, y/o psicológico, a un menor, recordó.

 

EN PELIGRO 197 NIÑOS

De enero a la fecha, hubo 197 menores turnados al DIF para su protección, 134 fueron por omisión de cuidados, la mayoría son notificados por las escuelas, también por ingresan por denuncias anónimas, sin embargo se desconoce la cifra de cuando fueron canalizados por trabajar o pedir dadivas.

La causa más reiterada para caer en una omisión de cuidados, es que no le brinden al menor las condiciones básicas para subsistir. En muchos de los casos predomina la necesidad, pero no es un factor decisivo.

“Por ejemplo hemos ido a domicilios donde se encuentran en condiciones deplorables, infrahumanas, antihigienistas, en su refrigerador no hay alimentos, o no hay servicios como agua o luz, entonces el niño no puede estar así, porque le impide su sano desarrollo y esparcimiento”, añadió.

Si un oficial se percata de la condición de riesgo de un menor, por “default”, puede iniciar un procedimiento, si hay un padre que se resista, se le hace sabe las consecuencias que ocasionan sus acciones u omisiones.

Ante el juez calificador se realiza un certificado médico, donde se destaca, la integridad física, la mayoría viene con algún agravio como golpes, quemaduras, lesiones, pediculosis (piojos), sarna, etcétera. La procuraduría es quien debe de continuar con su propio protocolo, al ser llevado al albergue del DIF.

 

PADRES ADICTOS

El 75% de los menores que fueron turnados al DIF, tienen padres con alguna adicción, reveló la agente de la DSPM, según la experiencia en campo. Entre los monitoreos de seguimiento, han realizado 554 visitas, por motivos generales.

CÓMO RECONOCER A PADRES MALTRATADORES

Son aquellos a los que parece no importarles el menor, no suelen acudir a las reuniones de la escuela, no recogen o llevan a los niños a sus clases, y si lo hacen, no permiten algún contacto social.

El abandono de un menor también se considera violencia, hay padres que tratan de compensarlo, regalando bienes materiales a sus hijos. La incongruencia al explicar un golpe en el menor, es un dato de alarma, declaró, así como dar un trato desigual entre niños hermanos.

Es importante escuchar las historias de sus hijos que le cuenten sobre sus amigos, ya que algún detalle podría revelar que esté pasando por algún tipo de maltrato.

“En muchos casos los padres de sus amigos son los que detectan alguna anomalía a partir de los relatos de la convivencia de sus hijos, ya que los niños confían más en sus amiguitos”, explicó.

El ciudadano común es el principal aliado para detectar a los niños maltratados, por ello es importante denunciar cualquier caso, ya sea explotación infantil, daño físico, psicológico o sexual al 911 o al 089 de forma anónima.

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