Larry Donas y su triste realidad

Una veintena de personas estaban en las bancas de la taquería, mientras otros diez hacían fila para pedir su orden. A su lado, un hombre cantaba y hacía sonidos de trompeta, a cambio de unas monedas de los comensales.

Enfundado en camiseta y pantalón negro, además de unos tenis, el cantante parece pasar desapercibido para los clientes de la taquería, ubicada sobre la calle Centauro del Norte, casi esquina con el bulevar Lázaro Cárdenas.

Apenas unos meses atrás, ese mismo cantante había compartido escenario con grandes artistas de música regional mexicana. Incluso, su última aparición pública la hizo en las audiciones de “La Voz México”, en las cuales no fue elegido por los “coaches”.

Larry Donas, nombre artístico de Germán Manuel Loza Domínguez, se traslada en bicicleta por la ciudad, llega a algunas taquerías, marisquerías o negocios de comida, donde canta y pide cooperación a los clientes.

Pero ahora todo cambió. Nadie le pide autógrafos, nadie le pide tomarse una foto con él. Sólo lo escuchan y la mayoría, saca unas monedas de su bolsa y se las entrega al final de la canción, luego se va.

Luego de cantar tres canciones en esta taquería, con las monedas que logró recabar, compra un vaso grande de té helado, pero antes de partir, platica para LA CRÓNICA.

Con problemas y sin dinero

Al parecer, sus problemas se acrecentaron. Dice que su esposa lo demandó por la pensión alimenticia, y él, a su vez, tiene demandados a sus manejadores y representantes, de quienes asegura no le cumplieron los términos de su contrato.

Asegura que la casa que se televisó le fue entregada en renta y que el auto que le entregaron fue en préstamo. Ahora sólo le queda una bicicleta para moverse en la ciudad. Había comprado una motoneta.

“A punta de pistola me la quitaron, ni en el barrio me quieren”, dice mientras ríe.

Por lo que cuenta, su vida después del vertiginoso mundo del espectáculo no ha sido fácil. Sigue viviendo en la derruida casa en la colonia Solidaridad Social, en la periferia de la ciudad.

De nuevo en “la tierra”

No hace el año que Larry Donas se había convertido en un fenómeno de las redes sociales, lo que causó un repentino salto a la fama. A través de una televisora, logró proyección a nivel nacional. Hoy, de regreso a su casa, en bicicleta, nadie parecía reconocerlo.

Compartió escenario con la Banda El Recodo, Espinoza Paz, Larry Hernández y otros exponentes del género. Ahora, en solitario, canta “a capella”, de nuevo para la gente.

Su fama parece que se congeló, en Youtube aún tiene un canal, en Twitter y Facebook tiene perfiles oficiales y los resultados de búsqueda en Google se cuentan por miles. Hoy, Larry Donas, está más cerca de la gente que nunca.

Una esperanza

“Estoy esperando que me llamen de México, para ir a grabar, y al parecer de ahí me voy a Miami”, asegura con un dejo de esperanza.

El tema legal de las regalías y demás, afirma, está siendo tratado por abogados, aunque Larry parece desconocer detalles. Tras la plática, sube a su bicicleta con vaso en mano. “Me voy a mi casa, ya estoy cansado”.