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Madre e hijo luchan día a día contra la Hepatitis “C”

El Virus de la Hepatitis “C” (VHC) trastocó el seno familiar de la señora Castellot, pues nos solo invadió su cuerpo, sino el de su hijo, este difícil episodio le ha dejado una importante causa por la que lucha día con día aun sobrellevando una cirrosis.

Miriam Castellot Canto, se contagió por una trasfusión en el año de 1972, fue diagnosticada hasta el año 2006, debido a que su ginecólogo había escuchado de la Hepatitis “C” en un congreso.

Fue un diagnostico difícil, ya que en esos años, aun no era tan conocida la enfermedad, los doctores no encontraban la causa de sus dolores de cabeza, de articulaciones, en la cadera, entre otros, aparentemente ella no tenía nada.

Incluso la mandaron al psiquiatra para descartar que fuera algo psicológico, hasta que deparó con un médico que le dio interés la enfermedad porque era poco conocida, Mario Lomelí.

Fue así que le dieron un tratamiento a base de Interferón, fue un tiempo muy crítico para su salud por todos los efectos secundarios.

El tratamiento y la enfermedad le provocaron hipotiroidismo, problemas severos en la piel, una ulcera, muchas de las manifestaciones aun las tiene, algunas secuelas como el daño de la tiroides y la hipertensión.

“Son cosas que el paciente no puede aceptar, debía tener mucha ayuda de la familia, pasa el año y medio y las cargas virales seguían saliendo positivas, en ese momento ya tenía 30 años con la enfermedad”, relató Castellot.

“Terminé el tratamiento y me doy cuenta que mi hijo estaba cansado, más de lo normal, le hicimos la prueba y resultó positivo al VHC, el sí logró eliminar el virus sin secuelas, a el lo salvó el Interferón”, precisó.

Tantos años resultando positiva al VHC, le provocó una cirrosis, que por el momento asegura que está controlada, gracias a su buena condición, fue que encausó su vida a lucha por el respeto de los derechos de los VHC positivos, creando la organización “Autoayuda por una Vida Mejor”.

Los positivos al VHC resultan afectados no solo en su salud, sino en la inserción social, ya que son reiterados los casos de discriminación por ideas erroneas sobre la enfermedad.

Recordó que en una ocasión, fue victima de discriminación, porque en el aeropuerto no la querían dejar subir al avión, en la revisión le abrieron su maleta donde encontraron folletos y artículos sobre el VHC, ya que iba a un congreso.

“La persona del filtro me mira y me pregunta ‘¿Pero usted no tiene hepatitis C?’, sí tengo, le dije, y me dice ‘¿Y trae su carta del médico de que puede viajar sin contagiar?’, le dije es hepatitis C, ‘pues tantito peor’, me contestó, no me quería dejar subir al avión”, relató.

Tuvo que hablar con varios supervisores y jefes para explicarles que no había razón para que no la dejaran subir al avión, pues la enfermedad se transmite por la sangre y relaciones sexuales.

“Si esto se lo hacen a una persona que no sepa nada de la enfermedad, la mandan al hoyo, la mandan a una depresión, esa es la discriminación que yo he tenido, pero a muchos que conozco hasta el trabajo les han quitado”, informó.

Desde hace un año y medio a través de un seguro de gastos médico mayores logró acceder al nuevo medicamento llamado Epclusa, tardó un año en que se lo dieran, hoy en día ya está curada, pero aun mantiene las consecuencias de la enfermedad.

La cirrosis es una de las consecuencias, le fue diagnosticada en el año 2015, está controlada porque ya no tiene el virus que la agrede, puede que sus tejidos se hayan recuperado un poco.

Agregó que cualquier persona que se quiera realizar la prueba sin costo, puede ir los miércoles de 5:00 a 7:00 en el auditorio del hospital Almater en la calle Madero entre calle “B” y “C”, en el marco del día mundial del VHC.

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