Marco Arnoldo, un buscador de sueños

Con un trato amable y sonriente, Marco Arnoldo Arteaga Aguilar de 42 años de edad ha dedicado los últimos años de su vida a trabajar en diversos empleos y ofrecerle a la gente por momentos, un rato agradable al hacer sus diversas imitaciones de voces o bien, expresar su sentir a través de dibujos o escritos, que reflejan por una parte, el duro andar de su vida.

Originario de Jiquilpan, Michoacán, la niñez de Marco Arnoldo fue transitoria, pues en el año de 1988 viajó junto con su madre y hermanos a California en búsqueda de mejores oportunidades.

“En Jiquilpan solo llegué hasta el cuarto de primaria, no me gustaba la escuela, pero estando en Estados Unidos terminé la Junior High que viene siendo la secundaría”, comentó.

El estudio para él siempre fue importante pero dada la ausencia de “papeles” no pudo continuar sus estudios y se refugió en situaciones que como él dice: “fueron decisiones malas que ocasionaron problemas en mi futuro”.

Fue el año en que la deportación lo llevó a pisar tierras cachanillas, ciudad donde tuvo que empezar de nuevo dejando atrás su antigua vida en el “otro lado” “Yo no había estado acostumbrado a este calor, pero ni modo, tenía que empezar a trabajar”, mencionó.

Desde ser montacarguista, trabajar en una pastelería, hasta vender aguas frescas en el centro de la ciudad, solo son ejemplos de los varios empleos por los cuales Marco ha pasado dentro de Mexicali, todo con el afán de seguir adelante a pesar de que por momentos se sintió discriminado.

Ante a esto, si algo caracteriza a Marco son sus tatuajes, tinta que forma parte de su cuerpo y que en cada uno de ellos, habita una historia. Tal es el caso del rostro de una mujer en su brazo derecho y un ángel en su cuello con la leyenda inscrita: “eres mi reina y mi angelita”, tatuajes dedicados a quien en su momento formó parte de su vida y le ayudó a salir del fondo en que se encontraba.

“Hubo un tiempo donde no me importaba vivir o morir, pero conocí a esa persona y la verdad me enamoré de ella y por circunstancias de la vida nunca pude decirle lo que sentía”, señaló.

Por otro lado, dibujar, cantar, escribir e imitar voces como la del “perro Bermúdez” o “La India María” , es parte de la esencia que caracteriza a Marco, esencia que lo ha acompañado toda su vida, pues dice que cuando escribe o dibuja lo hace para desahogarse, mostrar en papel parte de su existencia.

“Yo escribo para expresar lo que he vivido, puesto que todo en esta vida es aprendizaje”, indicó. Del mismo modo dijo reconocer y saber lo que es “batallar” por conseguir un empleo, pero su lucha es constante y no duda que en cualquier momento llegue su oportunidad.

Actualmente vende frituras en la calle y aunque cuenta con un espacio donde habitar, Marco no pretende incomodar a su familia, pues quiere labrarse lo propio, conseguir una casa y así poder arrancar su negocio. “Se que cumpliré mi sue- ño de tener mi propio nego- cio y así ayudar a más gente, no me gusta ver a nadie triste, de por si la vida es corta como para estar sufriendo”, comentó.

El dice mantener la visión del ex presidente Lázaro Cárdenas, que era luchar por el pueblo. “Lázaro Cárdenas también era de Jiquilpan al igual que yo, y siempre he tenido su misma visión”, mencionó.

Por otro lado agregó que le encantaría poder dar clases de inglés a los jóvenes en situación de calle, pues sabe que el conocimiento no estorba y saber inglés puede abrirles mejores oportunidades.

“Quiero ser un ejemplo para todos esos jóvenes que están perdidos en las drogas y en las pandillas, y que sepan que si se puede ser alguien mejor si se lo proponen”, finalizó Marco Arnoldo con una sonrisa en el rostro.

En el refugio temporal de verano se han atendido a 468 personas, de los cuales solo una familia ha arribado, in- formó José Gallardo Figueroa.

El coordinador médico del DIF municipal explicó que no ha sido requerido ningún traslado y pocas atenciones menores por deshidratación que son atendidas con vida suero oral.

Destacó que la mayoría de los hombres son migrantes y reciben un paquete de aseo personal, toalla, baño, comida ligera y espacio de descanso. El refugio temporal se ubica en las instalaciones del CREA en la colonia Guajardo y abre de las 11:00 a las 18:00 horas.