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El Imparcial / Mexicali / Aranceles

Nuevos aranceles subirán costos al consumidor final

Con la aplicación de aranceles tanto por parte de México como los Estados Unidos, se espera que en las próximas semanas comiencen a aumentar los costos de algunos de los productos a los que se aplicarán los impuestos.

La mañana de ayer el secretario de Comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross, anunció ante medios de aquel país que a partir de la madrugada de este 1 de junio México, Canadá y la Unión Europea deberán pagar aranceles de 25% en importaciones de aluminio y 10% en las de acero, medida aplicada desde marzo de este año y de la cual habían sido exentados.

El anuncio de Ross causó preocupación y rechazo entre los países involucrados en la aplicación de estos aranceles, así como de algunos sectores dentro del País norteamericano.

En el caso de México, la Secretaría de Economía respondió rápidamente anunciando una serie de medidas arancelarias a diversos productos como aceros planos (lámina caliente y fría, incluidos recubiertos y tubos diversos), lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos, manzanas, uvas, arándanos, diversos quesos y otros, hasta alcanzar un monto equiparable a la afectación.

Para el economista mexicalense Enrique Rovirosa Miramontes, la aplicación de aranceles a estos productos terminará como una afectación para los consumidores, tanto mexicanos como estadounidenses, quienes pagarán el costo de esta medida.

“Todo lo que se refiere a la imposición de aranceles en la forma en que se está haciendo finalmente lo vienen pagando los consumidores”, aseguró, “porque el aumento del costo de los productos que vamos a importar nosotros obviamente, nos va a pegar”.

La rapidez o el monto de estos posibles incrementos, explicó, dependerán del monto que se aplique como arancel a cada producto, cosa que no ha sido dada a conocer por el Gobierno mexicano.

Asimismo, los incrementos pueden no notarse de forma inmediata, sino que dependerá del tipo de producto, la estrategia comercial de aquellos comercios o empresas que lo requieran y también si éste tiene algún sustituto en la industria nacional por el que podría ser reemplazado.

“Dependiendo del monto que se aplique a cada producto será la repercusión al precio final del producto”, enfatizó. Para Rovirosa Miramontes si bien la imposición de aranceles por parte de los Estados Unidos es negativa, no es tan alarmante como se ha comentado en algunos sectores, sino que afecta a la industria en particular, aunque sus afectaciones se extienden a otros sectores.

La imposición de aranceles puede tomarse como una barrera al comercio internacional, así como el primer paso hacia una posible guerra comercial, que no traería beneficios “para nadie”.

“Este es un paso hacia una posible guerra comercial, y la guerra comercial sí tiene efectos más dramáticos”, afirmó, “pone tensas las relaciones, eso es más importante que el efecto económico, la tensión de las relaciones entre los gobiernos”. Por el momento, las acciones del Gobierno estadounidense generan una situación de incertidumbre para el mercado global, así como las respuestas que puedan dar a este paso los países involucrados.

Además de esto, la tensión generada por esta medida puede dar pie a movimientos especulativos de índice financiero que, entre otros ámbitos, estaría afectando a la cotización del tipo de cambio, ya presionado por la negociación del Tratado de Libre Comercio (Tlcan) y los comicios electorales.

“Es un elemento adicional que viene a darles más oportunidad a quienes pueden especular con la divisa, cosa que ya se vio de inmediato”, explicó, “entonces va a estar presionado nuestro peso de aquí en las semanas que siguen, y me atrevería a decir un par de meses cuando menos”.

De acuerdo con lo que comentó el economista, tras esta noticia y en tanto no se llegue al cierre en el tema del Tlcan, sumando la cercanía de los comicios electorales tanto en México como en Estados Unidos, el peso seguirá presionado a la alza, incluso alcanzando los 22 pesos.

En el caso específico de México y Canadá, la imposición de aranceles al acero y aluminio pueden considerarse además una estrategia de los Estados Unidos para presionar la firma del Tratado de Libre Comercio (Tlcan) y que acepten imposiciones benéficas para el país norteamericano.

A inicios de este año, se había hablado de la posibilidad de que el Tratado fuera firmado aún de forma parcial durante el mes de mayo de este año, sin embargo no se logró llegar a un acuerdo.

Pocas horas después de que se diera a conocer la imposición de aranceles, autoridades y empresarios de los tres países comenzaron a dar a conocer sus reacciones ante la nueva medida, la mayoría expresando su rechazo.

En primera instancia fue la Secretaría de Economía de México, quien mediante un comunicado expresó su postura en contra de las medidas proteccionistas que “afectan y distorsionan el comercio internacional de mercancías”.

También el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció mediante su cuenta de Twitter que Canadá impondrá tarifas de “dólar por dólar” en contra de las importaciones de acero, aluminio y otros productos provenientes de los Estados Unidos.

De acuerdo a los comentarios del Mandatario en dicha red social, estas medidas aplicarán sólo a bienes originados de los Estados Unidos y entrarían en vigor el 1 de julio, manteniéndose hasta que el país vecino modifique sus medidas en contra de Canadá.

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