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El Imparcial / Mexicali / Deforestación

Reto de la deforestación es en la ciudad

La deforestación masiva se agudiza en las zonas citadinas y de agricultura, un problema que no cuenta con una vía de solución al existir presiones a los gobiernos para su desarrollo sin una verdadera visión sustentable, señalan expertos en la materia.

José Delgadillo Rodríguez, profesor de botánica de tiempo completo de la Facultad de Ciencias de la UABC, y responsable del herbario BCMX, explicó que si bien hay deforestación en las sierras, el verdadero reto está en donde habita el humano.

Comentó que la deforestación no existe en un sentido drástico en los bosques de Baja California, si bien es cierto que hay una pérdida de masa forestal por los incendios, parte de ella se recupera paulatinamente.

La ciudad de Mexicali está asentada en zonas de matorrales desérticos que fueron eliminados para el desarrollo urbano al igual que en los poblados del Valle, informó el experto en botánica.

Recordó que el Valle de Mexicali tuvo un arbolado de sauces y álamos en el cauce del Río Colorado, pero no todo el Valle estaba arbolado, había mezquite y otros matorrales desérticos.

“Sí hay deforestación en matorrales y chaparrales costeros por la agricultura, hacia el Sur de San Quintín, Guerrero, se deforesta para el cultivo de tomate”, aseveró Delgadillo.

“En el desierto de San Felipe no se tienemun problema, en Sonora se tuvo el conflicto de la deforestación del palo fierro, pero en Baja California no ha pasado así”, compare Delgadillo.

Reiteró que en Baja California las tasasde deforestación son altas en las zonas de matorrales y chaparrales por la agricultura, pero no en los bosques, precisó. Hay un fenómeno de deforestación de la yuca, de la cual se corta toda la planta, se extrae el contenido y se vende a Estados Unidos, hay tasas de aprovechamiento que en su opinión son muy altas porque no hay una revegetación por parte de quien corta.

Se extrae su jugo del tallo con el que hacen pastillas anticonceptivas y refrescos, hay un mercado y una industria para comercializarlo en Tijuana de donde es exportada, siendo un recurso forestall no maderable.

La manzanita es otra especie que se considera en riesgo, a este arbusto lo extraen para realizar el atún ahumado en Ensenada, para esta especie dijo que no hay una regularización clara por la norma mexicana.

“Hay camiones cargados de bases de manzanita, de las cuales no se deja ni un tallo para que vuelva a crecer, hemos visto sitios donde se ha extraído y lo drástico es que algunas especies son endémicas y son las que se están llevando”, advirtió.

El académico de la UABC aseguró que la entidad de Baja California, tiene un 80% de buen estado en la vegetación que no pertenece a las zonas agrícolas o urbanas.

Recordó que en la Isla Guadalupe durante el siglo XIX, los piratas dejaron cabras para regresar por carne, las cuales sí deforestaron la isla, se comieron toda la vegetación perdiéndose tres especies de plantas que se cree están extintas.

Estas especies fueron hierbas o arbustos, además mermaron bosques de cipreses y pinos de la isla, por fortuna a partir del 2002 el Gobierno implantó un programa con una asociación civil para extirpar a las cabras. “Se está revegetando y han aparecido algunas especies que no se tenían registradas y hay la esperanza de que esas tres especies vuelvan a retoñar”, abundó.

En el primer conteo que se realizó en 1980,se estimó para la península de Baja California había 2 mil 500 especies en flora, en la última revisión de diciembre del 2016, subió a 3 mil 500 especies, de las cuales 26% son endémicas, un porcentaje moderado, dijo Delgadillo.

La estimación es que en las islas y Península en total hay 5 mil especies, falta detectarlas, para eso se requieren expediciones científicas, el problema es que no hay tantos botánicos para realizar la búsqueda.

Delgadillo añadió la relevancia de que se determinen más zonas protegidas en el Estado, y la implementación correcta de programas para la sustentabilidad en el desarrollo urbano y en el desarrollo de la agricultura.

“Tendrían que hacerse más zonas protegidas en Baja California, en su momento la parte costera no tiene zonas protegidas, todo es privado y hay mucha presión para la urbanización y la agricultura”, concluyó.

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