Trump llama asquerosa a Meghan Markle; va a Reino Unido
El presidente de EU fue cuestionado sobre la duquesa Meghan Markle.

WASHINGTON, EU.- Apenas retornado de su viaje a Japón, donde se reunió con el nuevo emperador Naruhito, Donald Trump vuela el domingo hacia Reino Unido, donde será recibido por la reina Isabel II en el marco de una visita que promete ser agitada.
El presidente estadounidense, que nunca ocultó su gusto pronunciado por los honores y las alfombras rojas, llegará a Londres en momentos en que Reino Unido busca sucesor a la primera ministra Theresa May y se interroga, de manera dolorosa, sobre la mejor manera de implementar el Brexit.
En entrevista con el diario The Sun, el mandatario de EU fue cuestionado sobre la duquesa de Sussex, Meghan Markle, recalcando que ella no estaba de acuerdo con la campaña de Trump.
Donald dijo no saber sobre la situación pero le deseó que esté bien.
El entrevistador de The Sun le menciona a Trump que Megan declaró ''Sí él (Trump) gana las elecciones, me mudaré a Canadá''.
Trump respondió tajantemente: ''Bueno, pues muchos se fueron de EU. ¿Qué puedo decir, no sabía que era asquerosa''.
La anterior visita de Trump al Reino Unido
Su anterior viaje a Reino Unido en julio del año pasado, que provocó que decenas de miles de personas manifestaran en las calles en rechazo a su presencia, fue particularmente caótico, pautado por una sorprendente entrevista que concedió al diario The Sun en la que criticaba a May sin ambigüedad alguna.
Para esta visita de tres días, que se iniciará el lunes con una ceremonia en el Palacio de Buckingham seguida de un almuerzo con la reina, y luego, en la noche, por un banquete oficial, todos se preguntan qué tono adoptará el magnate republicano.
¿Hasta qué punto se inmiscuirá en el debate sobre el nombre del próximo jefe del gobierno británico? ¿Dará Trump a sus anfitriones "consejos" sobre la mejor manera de gestionar la salida de la Unión Europea?
Relación con la corona inglesa
Es probable que Trump, como sus predecesores, insista sobre la "relación especial" existente entre los dos países, pero el resto es, como todo lo que tiene que ver con el presidente 45 de Estados Unidos, imprevisible.
"Creo que lo que el presidente espera con mayor impaciencia son sus interacciones con la familia real", estima Heather Conley, del Center for Strategic and International Studies.
En el verano boreal de 2018, Donald Trump tomó el té con Isabel II en el castillo de Windsor, pero no había sido objeto de los fastos propios de las visitas de Estado.
Antes de que el presidente pise suelo británico ya hay convocadas manifestaciones callejeras, y la polémica ha comenzado.
El jefe de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, declinó asistir a la cena de Estado a la que había sido invitado, al juzgar inoportuno que se tienda la alfombra roja a un presidente "que denuncia tratados internacionales vitales, respalda a quienes niegan el cambio climático y usa una retórica racista y misógina".
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