Toto esperó a su dueño en el lugar donde este se quitó la vida
El leal perro esperó a Facundo, pensando que regresaría.

ESTEBAN ECHEVERRÍA, Argentina.- Un hambriento Toto buscaba alimento cuando conoció a Facundo Brusco, empleado de una tienda de mascotas. Joven y perro sellaron su amistad cuando el primero le dio comida al animal callejero.
Toto se acostumbró a acompañar a Facundo a su trabajo y ahí pasaban la jornada juntos. Después se despedían en la estación de trenes, donde el perro dormía en espera de un nuevo día en compañía de su amigo.
Esas fueron las jornadas del par hasta el pasado 14 de agosto, cuando Facundo decidió lo impensable.
En las vías del tren, lugar de encuentro de ambos, el joven de 27 años se quitó la vida.
La inocencia animal de Toto evitó que comprendiera la situación. El perro, con la seguridad de que Facundo regresaría, lo esperó fielmente a un lado del camino del ferrocarril.
Los vecinos de la zona comenzaron a notar la presencia diaria del can y de inmediato relacionaron que era la mascota del joven que falleció días atrás. Le montaron una pequeña casa hecha de plásticos y procuraron llevarle comida y agua.

Un grupo de rescate, Patitas Glew, se enteró de la situación del animal, quien llevaba ya un mes esperando a su dueño. Al desconocer su verdadero nombre, fueron ellos quienes lo bautizaron como Toto.
Con dificultad, el perro confió en ellos y fue llevado a un examen veterinario.

"Es un perrito muy miedoso, que sufrió mucho estos días. Notamos que estuvo muy bien cuidado porque está castrado, así que su dueño se ve que fue responsable con la tenencia, y eso se ve reflejado en la fidelidad del perro" expresó Marilyn, una de las rescatistas.
Al estar recuperado, el grupo publicó en Facebook la historia del perro, en búsqueda de apoyo y de encontrarle un hogar.
Cuando le hicieron llegar la publicación, la madre de Facundo, Karina, no logró contener las lágrimas cuando reconoció al animal tras todo lo que le llegó a platicar su hijo sobre él.
Pero lo que más le asombró es el nombre del perro, Toto. Ese era el apodo que usaba la familia de Facundo con él.
“Facundo no se podía ir así sin más, yo le pedí una señal para saber que estaba en paz y al otro día me entero de esto, no sabía como reaccionar, solo quería tener a ese perro conmigo” expresó Karina, quien de inmediato adoptó al animal.
Ahora, Toto ha cambiado la vida de la afligida familia, como Facundo le cambió la suya.
Con información de El Diario Sur, Clarín y Telecinco
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