Torreites sanchezi: Antigua concha demuestra que los días eran más cortos en el Cretácico Tardío, cuando habitaban los dinosaurios
El equipo obtuvo un solo fósil de Torreites sanchezi, especie a la que pertenece el crustáceo, y lo sometió a una variedad de técnicas de análisis.

WASHINGTON.- Los días fueron media hora más cortos durante el período Cretácico Tardío, cuando habitaban los dinosaurios, hace 70 millones de años, mostró un análisis de los anillos de crecimiento en una concha antigua.
En este momento, la Tierra habría rotado alrededor de 372 veces al año, en lugar de las 366.25 rotaciones actuales que nos dan nuestro año de 365 días con años bisiestos.
El caparazón, de un grupo extinto de moluscos conocido como los bivalvos rudistas, tenía una rápida tasa de crecimiento que le permitió preservar un registro detallado del pasado.
Los investigadores utilizaron láseres para tomar muestras pequeñas de la concha y contar los anillos de crecimiento diarios con mucha más precisión de lo que era posible con un microscopio.
Al observar los patrones de crecimiento a lo largo del tiempo, el equipo pudo determinar la cantidad de días en un año, refinando nuestra mejor estimación de los modelos astronómicos.
Si bien la duración del año se ha mantenido constante a lo largo de la historia de la Tierra, la cantidad de días por año ha crecido a medida que los días se han vuelto más largos.
Esto se debe a que la gravedad de la Luna está ralentizando la rotación de la Tierra gracias a la fricción de las mareas oceánicas, que también hace que la Luna se aleje más.
Los investigadores también encontraron la primera evidencia concreta de que los bivalvos rudistas pueden haber contenido organismos simbióticos fotosintéticos que los ayudaron a crecer rápido.
El equipo obtuvo un solo fósil de Torreites sanchezi, especie a la que pertenece el crustáceo, y lo sometió a una variedad de técnicas de análisis, que incluyen espectrometría de masas, microscopía, análisis de isótopos estables y fluorescencia de rayos X micro.
El análisis químico del caparazón reveló que los océanos eran mucho, mucho más cálidos hace 70 millones de años. El bivalvo prosperó en aguas que alcanzaron temperaturas de 40 grados Celsius (104 grados Fahrenheit) en verano y más de 30 grados Celsius (86 grados Fahrenheit) en invierno.
Los anillos de concha también muestran variabilidad estacional; por ejemplo, en las almejas modernas, las capas que crecen en invierno serán más oscuras. Tal variabilidad estacional permite a los científicos identificar escalas temporales anuales dentro de los patrones de línea vistos en el caparazón, ya que los anillos estacionales coinciden entre sí.
El equipo utilizó este aspecto para calcular la duración del día en que vivió el bivalvo. Determinaron que su T. sanchezi fosilizado había vivido durante nueve años. Luego, contaron los anillos cada año, tanto visual como químicamente. Si eso se hiciera hoy, obtendríamos 365 anillos por año, pero en cambio, obtuvieron 372.
Con información de Daily Mail y Science Alert
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